lunes, 27 de diciembre de 2021

LA SAL EN LAS PLANTAS

      Si hay un tema controvertido en la acuariofilia es el uso de Cloruro sódico, vamos la sal de toda la vida (NaCl). La sal ha sido y es utilizada en acuariofilia como profilaxis y tratamiento en muchas enfermedades y situaciones de estrés con muchísimas especies de peces, donde ha demostrado ser altamente eficaz. Raro es el foro o grupo de acuariofilia donde ante el más mínimo problema, no nos recomienden su uso. Con los años hemos aprendido que la concentración de los tratamientos depende mucho del animal al que va dirigido, pues no todas las especies tienen la misma tolerancia a la sal  . Entre los peces más comunes en acuariofilia podemos encontrar ciertas especies que con 3-4 gramos de sal en el medio de manera constante ya sufren problemas, como les ocurre a numerosos Loricáridos o anabántidos menores como los gurami Chocolate (Sphaerichthys osphromenoides), pero también encontramos especies de aguas dulces que las podríamos poner casi de manera directa a razón de 33 gramos/ litro en un acuario marino sin mayor problema (!Niños, no hagan esto en casa¡), como los “Black Molly” (Poecilia Shenops var.). Ya os adelanto que esto último en una planta es inviable, pues su rango adaptativo ante el Sodio (Na), debido a su nutrición inorgánica es mucho más estrecho.

       Esta disparidad en la tolerancia que tienen los peces ante este Elemento es debido a que las especies se desarrollan durante generaciones en función del hábitat donde viven, así pues, generalmente un animal de aguas muy dulces, pH bajo y sin casi presencia de sales de ningún tipo, tendrá mucha menor tolerancia al Sodio (Na) que otro que provenga de aguas extremadamente duras y cargadas de sales minerales, esto último, aunque la presencia de Sodio (Na) sea mínima. Por contra, los animales procedentes de medios ricos en Sodio (Na), ya sea por filtración de aguas de mar a sus hábitat como ocurre en los Cenotes, o porque habitan en estuarios donde se mezclan aguas dulces y saladas, serán los animales con mayor tolerancia a este elemento, tanto es así que, en algún caso, como los anteriormente nombrados “Black Molly” se convierte en necesidad y la ausencia de sal les genera múltiples problemas cutáneos. 

      Pero entremos en materia, esto mismo que vemos en los peces, se traslada casi de igual manera al reino vegetal.  Digo de manera “casi igual”, puesto que las plantas, a diferencia de los animales, se alimentan de materia inorgánica, y el Na, pese a no ser un nutriente esencial de las plantas porque pueden vivir sin él, si pueden consumirlo y usarlo. En las típicas tablas de nutrientes vegetales no encontramos determinados elementos que las plantas pueden consumir. Estos elementos, y el Na es uno de ellos, cuando se encuentra presente, puede ser usado por estas como auxiliar en diversos procesos metabólicos o incluso en la síntesis de clorofila. Os dejo una tabla de Mulder algo más completa que la que se usa de manera genérica cuando se habla de nutrición vegetal, donde veréis otros elementos, que si bien no son básicos, si pueden interferir en el desarrollo. 


     Dentro del mundo de las plantas, y en este caso de las acuáticas, para poder entender lo que vemos, tenemos que fijarnos en cómo y donde actúa este Sodio (Na). A nivel nutricional Básico, la conclusión que se ha sacado en los numerosos estudios realizados y en el día a día de la agricultura mundial, es que la planta absorbe el Sodio (Na) y este ocupa la posición del Potasio (K) dentro de la célula, es decir, la presencia de Sodio (Na), poco a poco va a disminuir la cantidad de Potasio (K) de la planta, y este hecho, es su muerte. Como y se ha explicado en alguna otra entrada del Blog, la planta envía el K a las células que rodean los estomas pues es responsable directo de la apertura y cierre de estos, o lo que es lo mismo, el K es el responsable de la entrada y salida de gases (el equivalente a la respiración) y la entrada y salida de agua (la regulación osmótica), si la planta pierde el elemento que le permite abrir y cerrar los estomas correctamente, pierde la capacidad de respirar y de intercambiar sales y agua con la columna de agua.

     En mi caso, como soy muy escéptico ante según qué conclusiones, decidí probarlo por mí mismo, y poder cuantificar de una manera algo arcaica, pero a grandes rasgos efectiva la cantidad de NaCl que puede soportar una serie de plantas. Para ello instalé una acuario con 100 litros netos (esto me facilitaba las cuentas), tan solo con 12 sencillas especies de plantas, sustrato nutritivo, 8 horas de luz de intensidad media y sin aditar CO2 para ver qué pasaba según aumentaba la dosis de sal en el medio.            Las plantas elegidas no son muchas, pero si un pequeño compendio de diversos Biotopos y Biotipos, que sabía que en esta instalación y bajo estas condiciones prosperarían de manera correcta:

1.hygrophila Polysperma.

2.Hygrophyla Salicifolia.

3.Egeria Densa.

4.Ludwigia repens.

5.Rotala rotundifolia

6.Anubias Barteri.

7.Sagittaria Subulata.

8.Eleocharis Parvula.

9.Marsilea Hirsuta.

10.Bucephalandra Biblis.

11.Echinodorus Bleheri.

12.Vallisneria Spiralis.

      En este pequeño grupo representativo, hay plantas acuáticas puras, plantas que poseen forma sumergida y emergida y plantas que siempre mantienen su forma emergida, aunque se las desarrolle bajo en agua. Así mismo hay plantas de aguas muy dulces, medias y duras, al igual que especies de aguas tropicales y aguas más frías. El procedimiento es sencillo, se trata de mantener concentraciones de sal estables durante un mes, empezando por 1 gramo/ litro, y aumentando la dosis 1 gramo cada 30/31 dias. Mi sospecha inicial era que, en cuestión de 6 meses, con una concentración de 6 gramos por litro de sal, las plantas ya hubiesen muerto, pero no fue así del todo....

     Con el primer gramo de sal en el medio, las hygrophilas comenzaron a mostrar carencias de K a partir de los 15 días, tanto la Polysperma como la Salicifolia (esta algo menos) mostraban pequeños agujeros, mas numerosos en las hojas mas viejas, típica representación de una carencia de K, aumenté la dosis de K un 50% con respecto a lo que había en el medio, es decir, pasé de 10 a 15ppm y el problema remitió.

     Con el segundo gramo de sal en el medio, el problema con las hygrophilas se agudizó y además empezó a mostrar leves síntomas la Ludwigia repens. Como en el caso anterior, volví a subir la dosis de K, ya doblaba la inicial (20ppm) y la Ludwigia se corrigió, pero las hygrophilas no se recuperaban del todo, dejando bien claro, que son unas plantas muy sensibles a la presencia de sal en el medio.



     Con el tercer gramo de sal se agravó el problema con todas las anteriores y además, las Rótalas y Bucephalandras, comenzaron a mostrar síntomas de carencia de K, en las Rótalas se empezaron a ver pequeñas zonas necrosadas que cada vez eran mas y mas grandes, además el crecimiento se paró mostrando ápices deformes. para intentar arreglarlo lleve el K a 40ppm, pero solo las Bucephalandras mejoraron, Hygrophilas, Ludwigias y Rótalas ya no mejoraron.

     Con el cuarto gramo de sal todas las plantas excepto las Anubias, Marsilea, Egeria, Vallisnerias y Sagittarias habian parado su crecimiento y mostraban deformaciones en los nuevos crecimentos. Muchas comenzaron quedarse raquíticas, a deformarse, las H. Polysperma  se habían deformado tanto que no levantaban mas de 3cm desde el sustrato. No llegaban a morir, pero tampoco avanzaban. En cambio, las Ludwigias,  Rótalas y las Bucephalandras se comenzaban a desintegrar. Las Eleocharis habían desaparecido casi  por completo. Según esto, cualquier tasa mayor de tres gramos por litro de sal en un acuario plantado, nos va a generar daños irreparables en el medio plazo.

      Con el quinto gramo de sal decidí introducir dos plantas nuevas que yo sabía tenían alta tolerancia a la sal, pues las tuve en el pasado en acuarios con Mollys donde siempre había sal en el medio, Cryptocoryne Balansae y Petchii. El resultado se repitió. En el medio había 40ppm de K (no lo subí mas, pues entendía que estaba presente, solo que no era asimilado). Las plantas supervivientes seguían creciendo.

    Con el sexto gramo de sal, punto donde yo imaginaba el límite de tolerancia de las plantas a la sal, nada nuevo ocurrió, Las Anubias y las Marsilea seguían estancadas, no crecían, pero tampoco morían ni mostraban síntomas de K, Si de Carencia de Mg, algo lógico si pensamos la relación directa que existe entre el K y el Mg. Como Pauta a seguir, decidí no aumentar la cantidad de Mg, pues también había en el medio y estaba claro que era un tema de interferencias.

      Con el Séptimo gramo de sal desaparecieron las Marsilea y cayeron algunas Anubias, El resto seguía creciendo de manera lenta, excepto las Vallisnerias, estas estaban en una especie de paraíso y estaban ocupando el acuario más rápido de lo que nunca había visto

     Con el Octavo y noveno gramo de sal no hubo cambios más allá de una parada en el crecimiento de las Cryptocoryne, y un cada vez peor aspecto de las Anubias. Me limité a no tomar medias y a seguir con la rutina de mantenimiento y manteniendo la concentración de sal.

     Con el decimo gramo de sal y tras 10 meses en "salmuera" todas las plantas excepto las Vallisneria y Sagittaria, o bien habían muerto, o bien estaban en un estado lamentable, retorcidas, raquíticas, con múltiples necrosis, daba pena verlas…las C. Balasae eran las únicas que mantenían el tipo, pero se pararon en seco. Las C. Petchii Cayeron de golpe.

     Finalmente lo llevé a 12 gramos de sal por litro, este sería el fin de la prueba. Aquí solo las Vallisneria parecían felices. El resto no aguantó, ni siquiera las Sagittaria. Dos Anubia Barteri medio muertas y despojos de otras plantas estaban por ahí, pero más muertas que vivas. para mi el resultado es increíble.

   Tras esta pequeña prueba, queda comprobado que el Na es asimilado por la planta cuando este está disponible, y comienza a desplazar al K de la zona de los estomas, lo que provoca que las plantas comiencen a mostrar síntomas de carencia de potasio con agujeros en las hojas viejas en aquellas plantas que muestran estos síntomas, además al reducir la capacidad de la planta para abrir y cerrar estos estomas se reduce la respiración de la planta y comienza a sufrir problemas de osmosis, lo que lleva a la perdida de hojas, una reducción del crecimiento, aparición de deformaciones en hojas viejas y a la aparición de  nuevos brotes raquíticos. También queda comprobado que la cantidad de Na no afecta a todas las especies de plantas por igual, algunas son muy sensibles, pero otras, como han demostrado las Sagittaria subulata y sobre todo las Vallisneria Spiralis son muy capaces de vivir el presencia de altas concentraciones de Na, ya sea, porque son capaces de protegerse mejor de este y seguir siendo capaces de absorber K, o bien, porque logran sustituir el K por Na de manera Funcional en las células que rodean los estomas.


Moraleja, Como dice mi Médico, la sal no es buena 😉.


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