La iluminación de nuestros acuarios es una de esas cosas que
siempre nos ha “llevado de cabeza” a la hora de hacer cualquier montaje. En principio,
porque nos olvidamos de ella relegándola a un segundo plano, y después porque
hay muchas variables en juego a la hora de elegir un sistema u otro. El mercado
está lleno de decenas de modelos de luminarias y tipos de lámparas que nos
ofrecen “el milagro” de la luz perfecta. Cada marca tiene uno o varios modelos
que son siempre mejor que los de la competencia, y por lo tanto, irrenunciables
para el aficionado.
Dentro del mercado
podemos encontrar de todo, desde kits de principiante con unas iluminaciones de
bajo rendimiento con tubos fluorescentes clásicos (T8), hasta pequeñas joyas de
la tecnología que funcionan como pequeños “soles” con un rendimiento altísimo.
Yo hablo de bajo rendimiento y alto rendimiento, no de buenas y malas
iluminaciones. En acuariofilia prácticamente cualquier sistema de iluminación,
por pobre que sea, es capaz de iluminar determinados tipos de acuarios. Y es
que esa es la verdadera razón de la iluminación, me explico, un acuario de
biotopo amazónico de aguas negras, sin plantas, con fondos de arena blanca etc.,
necesita una cantidad de iluminación muy pequeña, y esa cantidad de luz es
posible con un simple sistema fluorescente tradicional (T8), en cambio, un
acuario de 40-50cm de fondo en el que queramos tapizar el primer plano con una
planta como la utricularia graminifolia necesitará de lámparas de alto rendimiento
y penetración que permitan el correcto desarrollo de las plantas y eso no lo
conseguiremos con el anterior sistema si no sobredimensionamos este de manera
desmesurada. Por tanto, lo primero que tenemos que determinar a la hora de
pensar en la iluminación, es que tipo de acuario queremos mantener, que sea
buena o mala para nuestra instalación, dependerá de nuestra elección.
En nuestro amplio mercado podemos encontrar
una amplia diversidad de tipos de luz. A saber: Incandescentes, halógenas,
halogenuros metálicos (HDI), lámparas de vapor de sodio, de vapor de mercurio
(casi en extinción), fluorescentes, fluorescentes compactas y LED. Además
podemos encontrar cada uno de estos tipos de lámparas en multitud de formatos
que a lo largo de los años, han tenido y tienen cabida dentro del mundo de los
acuarios. La evolución ha hecho que los sistemas incandescentes y halógenos
sean desechados en favor de otros con mayor rendimiento, menor consumo y sobre
todo una temperatura de trabajo más adecuada al uso que les damos. Así mismo
los sistemas de vapor de Sodio y vapor de mercurio, pese a tener unos
rendimientos excepcionales, y aportar muchísima cantidad de luz, también se han
dejado a un lado por su alta temperatura de funcionamiento,por su mala
reproducción de los colores y por su baja temperatura de color, además, las
luminarias necesarias para poder instalar estas bombillas son grandes y
voluminosas, muy poco aptas para un entorno doméstico. A día de hoy, los
sistemas de iluminación LED están implantándose en todo tipo de instalaciones,
desde las más básicas a las más complejas, por su rendimiento, baja temperatura
de funcionamiento, bajo consumo y vida útil, siendo su único punto negativo el
alto precio que alcanzan para instalaciones medianas y grandes. Así mismo en
las instalaciones de pequeño tamaño, de hasta 30-35cm de profundidad, también
están alcanzando una buena proyección los sistemas de fluorescentes compactos,
con un bajo coste de adquisición, fácil instalación y buen rendimiento. Curiosamente
los fluorescentes compactos del tipo PL tienen mayor rendimiento que los
tradicionales tubos T5 pudiéndose utilizar en instalaciones de tamaño medio,
sin embargo en las instalaciones de
tamaño medio (40-50cm de profundidad) el
sistema más extendido y con una relación rendimiento calidad-consumo-precio es
el fluorescentes del tipo T5, del que es posible encontrar multitud de
bombillas, luminarias y recambios.
(Nano acuario
completo de la marca Aquatic nature, con dos luminarias solar
duo boy y bombillas
fluorescentes compactas Solar lux White de 26w y 6500°k. La
potencia de las luminarias y la correcta luz de las bombillas permiten el
desarrollo de plantas de altos requerimientos lumínicos como la Hemianthus callitrichoides “cuba”).
Aquí es donde se
reside la complejidad de elección de un sistema de iluminación, son muchos los
factores que se deben de tener en cuenta y que son los culpables del resultado
final. Dejando aparte el tema estético, pues es subjetivo y por lo tanto
difícil de cuantificar, existe un buen puñado de variables a tener en cuenta.
1º-Potencia: La
potencia de una bombilla no es más que la energía que esta consume divida por
el tiempo que tarda en consumirla. Pero a efectos prácticos, la potencia es la
cantidad de luz que una bombilla va a darnos y se cuantifica comercialmente en
vatios (W), y como regla general, a mas vatios, mas cantidad de luz. Esa cantidad
de luz que emite cada bombilla la representamos en lúmenes (lm) y de manera
genérica la podemos calcular multiplicando por 65 ó 70 el número de vatios de
nuestra bombilla. Este valor no es ni mucho menos fijo, ya que depende de otros
muchos factores, incluido el tipo de bombilla, la temperatura de color etc.,
pero si nos puede valer para calcular un valor medio. Es decir una bombilla led
de 3w nos dará en torno a 200lm, o un fluorescente T5 de 28w en torno a los
1950ln. Hay que recordar que este valor
es orientativo y que puede tener variaciones muy importantes, en cualquier caso,
las bombillas tipo led dan mucha más cantidad de luz de la que pueden dar los demás
sistemas más tradicionales, por lo que para instalaciones de pequeño y medio
tamaño son muy interesantes, en cambio es casi imposible hoy día para la
tecnología led llegar a los 15 ó 20.000lm por bombilla, de una bombilla HID a
un precio contenido, que las haga comerciales.
Dentro de los lm de
una bombilla, en los últimos años se está empezando a diferenciar entre dos
valores, los lúmenes iniciales y los lúmenes de trabajo. Esto es especialmente
relevante en los equipos fluorescentes y
fluorescentes compactos. Los lm iniciales son aquellos que da una bombilla una
vez estabilizada, pasadas 50 o 100 horas de uso, y los lm medios son los que
dará una bombilla de media a lo largo de su vida útil. Digo útil porque pasado
este tiempo la cantidad de luz desciende de forma importante. Al final de su
vida útil, un fluorescente del tipo T5 ó T8 dará poco más del 50% de los lm iniciales, pero para acuariofilia,
y especial en acuarios plantados, hemos de tener en cuenta que una bajada de un
25% ya es un valor crítico, por lo que tendremos que cambiar las bombillas
antes de la vida marcada por el fabricante, estirándolas como mucho unas 3/4
partes de las misma. Es decir, si un
fabricante da una vida media de 10.000 horas, deberemos de cambiarlas en torno
a las 7000-7500 horas. Nuestro ojo, en principio no se da cuenta de esa baja de
lm, pues se ha ido habituando día a día y no es capaz de percibirla, sin
embargo, al cambiarla si que apreciamos claramente el aumento de lm, y nos
volvemos conscientes de la bajada de luz que habíamos sufrido.
2º- Iluminancia: Dicho todo esto, hemos de
dejar claro que los lúmenes no son más que un valor de comparación entre
diferentes tipos de bombillas que de modo orientativo nos ayudaran a elegir
unas u otras. El valor que verdaderamente nos influye a nosotros son los Lux.
El Lux es la medida de la intensidad de luz. Un lux es la luz que proyecta un
lumen sobre una superficie de un metro cuadrado. Y ¿Por qué es la medida
importante en acuariofilia? Pues porque la distancia de la luz al fondo del
tanque, marca en muchas ocasiones el éxito o el fracaso en acuarios naturales,
holandeses etc., donde sus habitantes principales, las plantas, se alimentan
precisamente de esa luz. Este factor es tan importante por la gran pérdida de
intensidad que sufrimos dentro del agua, ya que la luz penetra peor en esta que
en el aire, viéndose bloqueada por la
turbidez o coloración de la misma por la presencia de taninos u otros
compuestos de desechos metabólicos.
¿Pero
como cuantificamos esa pérdida de luz? Evidentemente la forma correcta es
mediante un luxómetro, el cual nos dará los datos exactos de iluminancia a las
diferentes profundidades. Pero para entender
esta pérdida de forma simple, viendo el gráfico se aprecia claramente como a
30cm de profundidad, el área que ilumina la bombilla es mucho mayor que a 10cm,
si aplicamos las matemáticas para calcular ese área y dividimos nuestros lúmenes
entre esa área, obtenemos que hemos perdido más del 85% de la intensidad. Los
Led suelen tener ángulos de 30, 45 o 60 grados de apertura del haz de luz,
cuanto más cerrado sea este mas luxes conseguiremos a la misma profundidad, y a
la inversa. Es decir, nuestra bombilla del ejemplo, que rinde 350lm, a 30cm de
profundidad, dará más luxes con un ángulo de apertura de 30 que de 60 grados,
pues el área que ilumina será menor.
3º- Temperatura de
color: La temperatura de color no es más que el patrón que una determinada
iluminación tiene dentro de la parte visible del espectro luminoso. El espectro
visible, es esa parte del espectro electromagnético que el ojo humano puede
detectar. El espectro visible va del
límite de los ultravioletas al límite de los infrarrojos, nuestro ojo no es
sensible a ninguno de ellos y por eso el espectro visible, el que nos interesa,
es el que representamos en los diferentes sistemas de iluminación.
Todos hemos visto
diferentes tipos de bombillas, no solo en acuariofilia, unas tienen una luz de
color amarillento, como las de las farolas de muchas calles o las de las
antiguas bombillas (luz cálida), otras tienen una luz muy clara, muy blanca
como las salas de espera de los hospitales (Luz fría), y en medio de ambas, una
multitud de tonalidades. Cuando enfrentamos esa iluminación dentro del espectro
visible, esta da como resultado una línea o patrón que es la representación de
dicha luz, esa representación es la que nos marcará su temperatura de color en
kelvins (°k).
En acuariofilia yo
he probado luces muy cálidas desde 3000°k a muy frías de hasta 14000°k. Con las bombillas de 3000-3500°k el desarrollo
vegetal y animal es normal, pero el color de la luz tiende al amarillo, dando unos colores
falseados y a mi gusto, poco estéticos. En el caso opuesto, los 14.000°k pasa
algo parecido, las luz ya no es amarillenta, sino muy blanca, azulada, y aquí si dieron ciertos problemas en el
desarrollo de las plantas. El exceso de espectro azul es en agua dulce una
invitación a ciertos tipos de algas que si se alimentan de él, frente a unas
plantas que no lo usan, por lo que perdemos parte de la intensidad en favor de
nuestras eternas enemigas las algas. Personalmente, una luz blanca entre los
6000 y los 8000°k es perfecta tanto para el ojo que la ve, como para el
desarrollo de peces y plantas, aunque el abanico que va desde los 3500 a los
10.000°k no dará problema alguno, siendo al final una cuestión estética y personal.
(Ejemplos de
diversos tipos de luz y de su proyección sobre el espectro visible. Puede apreciarse
como las luces con mayor índice de azules y violetas son las que tienen una
temperatura de color más alta y viceversa.)
4º- Índice de
reproducción cromática CRI: El índice de reproducción cromática es la
capacidad que tiene una bombilla para reproducir de manera fidedigna los colores
de aquello que iluminan, tomando como referencia, para la gran mayoría de las
luces, la luz natural. Esto se mide con un índice que va de 0 a 100, siendo 0
el peor valor y 100 la luz natural. Por regla general cuanto más lleno y
continuo sea el espectro de una luz, mayor capacidad de reproducción cromática
tendrá, aunque eso no significa que sea para efectiva para un “trabajo”
concreto. En el caso de los tubos fluorescentes podemos encontrarnos patrones discontinuos, llenos de picos y
valles, y en cambio, su índice de reproducción cromática puede estar en torno
al 90 o superior. Generalmente cualquier
CRI superior a 85 dará una reproducción fiel de los colores.
5º- Vida útil: La
vida útil de una bombilla para un acuariófilo, especialmente si se cultivan
plantas, es aquella en que su rendimiento no baja del 75% del rendimiento inicial. Es decir una ¾
partes del rendimiento. Aquí existen muchas diferencias entre los distintos
sistemas.
Los tubos
fluorescentes, con un uso normal de 8-10 horas tienen una vida útil de 12-24
meses. Esta vida está especialmente ligada al tipo de balastro que usemos. Si
usamos balastros convencionales, la vida útil de la lámpara puede llegar a
verse mermada en un 15% o más. El uso de Balastros electrónicos, además del
alargar la vida de la lámpara reduce mucho el consumo del equipo. Esto es
curioso, los antiguos balastros de más de 40 ó 50 años, eran muy grandes, con
amplios bobinados muy pesados. Estos equipos, apenas tenían consumo dado que
casi no se calentaban, apenas perdía unos 10-12w para una iluminación de 40w, por lo que el
consumo final podía situarse en torno a los 50-55w, muy parecido a lo que hoy
conseguimos con un balastro electrónico. Hoy en día con los equipos súper
compactos y ligeros, pero convencionales, hemos ganado en espacio, pero estos
trabajan a temperaturas que superan a veces los 100ºC. Esto hace que su
consumo, en determinadas circunstancias sea mayor que el de la bombilla a la
que está conectados, pudiendo un equipo como el anterior de 40w, llegar a
consumir algo menos de los 100w, el doble o más. Hoy día no tiene sentido, si
no es para reducir el coste de venta, el uso de balastros tradicionales en
nuestras instalaciones, pues aumentan el consumo, producen calor y aumentan el
peso de las luminarias.
Los equipos HID de
alto rendimiento tienen una iluminación casi perfecta para nosotros, pero en su
contra tenemos que decir que a partir del primer año, con un uso normal pierden
ese 75% de rendimiento, por lo que
deberemos de cambiarlos anualmente. De no hacerlo, el acuario no sufrirá, de
hecho puedes alargar la vida durante otro u otros dos años más que a simple
vista no perderás eficacia. El problema lo tendremos cuando a los tres años
cambiemos la bombilla por una nueva y veamos la diferencia. Esta no solo es
visual, el acuario con el cambio de iluminación también cambiara su
“metabolismo de crecimiento” obligándonos a cambiar rutinas de abonado etc. Estos
sistemas, si bien son caros, voluminosos y tienen un alto consumo energético,
son especialmente indicados para acuarios de 60 o más cm de profundidad, en los
que queramos mantener una gran cantidad de plantas, especialmente si queremos
tapizar primeros planos. En la actualidad hay equipos muy estéticos fácilmente
integrables en cualquier decoración.
Por último, la recién
aparecida tecnología Led es aun una pequeña incógnita de la que ya sabemos unas
cuantas cosas. Si hablamos de bombillas de calidad, y este es el gran dilema,
estas suelen tener una vida útil muy cercana a la total, pasando de largo las
10 ó 15.000 horas, pues no tienden a perder rendimiento con el uso. Esto unido
a sus otras virtudes como son la baja temperatura de trabajo, su pequeño tamaño
y alto rendimiento para acuarios de hasta 40cm de profundidad, las han
convertido en “el arma definitiva”. En contra se sitúa su elevado precio
(siempre hablando de Led de buena calidad), que hace muchas veces su
instalación algo prohibitiva.
6º Calcular la cantidad de luz necesaria: Este
es el gran dilema, cuanta luz…..Particularmente no creo que sea complicado.
Antiguamente, cuando no teníamos tantos datos de lm, lux y rendimiento,
calculábamos las instalaciones en función del dato que conocíamos, los w. Para
un acuario comunitario calculábamos 0.2w por litro si no teníamos plantas, un
máximo de 0,5w por litro de agua si queríamos mantener algunas plantas, y si
nos decidíamos por el mantenimiento de estas, subíamos la variable a 1w por
litro de agua. Únicamente en el caso de acuarios muy plantados, acuarios
holandeses, podíamos pasar los 1,5 ó 2w por litro. En mi opinión esto no ha
variado, solo que ahora lo representamos con lúmenes. Utilicemos por tanto esa
regla que dice que aproximadamente de media 1w aporta unos 70lm. (1w=70lm)
6-1º
Acuarios sin vegetación: Un primer ejemplo son los acuarios de biotopo
amazónico con multitud de raíces, sin plantas y fondos de arena blanca. Estos acuarios
suelen contener una alta cantidad de taninos en el agua, que hacen que esta
coja un brillante color café. En estas aguas, sus habitantes no están acostumbrados
a una iluminación muy fuerte, es más, su mejor coloración se consigue bajo
luces atenuadas y de baja intensidad. Aquí, con 0.2- 0.3w por litro, con un
ciclo de unas 6-8 horas de luz al día es
más que suficiente. De hecho, si aumentamos alguno de estos dos valores, incitamos
a la aparición de nuestras amigas las algas, ya que nadie compite con ellas por
los nutrientes en esa agua. Es decir, un acuario estándar de 96 litros, con un
fluorescente de 18w (1260lm) tendría suficiente
Otro ejemplo de estos acuarios sin vegetación
pueden ser los acuarios de cíclicos africanos. Aquí, tampoco es necesario
iluminaciones de más de 0.2-0.3w (14-21lm/l). dado que esta es suficiente para crear la base
vegetal (algas) necesaria para los mbunas del Malawi o Tropheus del Tanganica. Aquí el agua es transparente, sin taninos,
y eso hace que la poca luz que emitimos, llegue sin problemas, y que como en el
caso anterior, la ausencia de competencia por los nutrientes hace que las algas
puedan desarrollarse normalmente. En el caso de querer mantener especies carnívoras
de estos lagos como ciertos Lamprologus,
paratilapias o cyprichromis, aun
podemos bajar esa cantidad de luz sin miedo a que se vean afectados. Hemos de
pensar, que a la profundidad que estas especies viven, sin ser mucha, la luz
llega extremadamente debilitada, bastante menos intensa de la que nosotros les
vamos a ofrecer, por lo que una luz tenue les ayudara a estar más tranquilos y
a sacar más coloración.
6-2º-Acuarios comunitarios: Este es sin
duda la más difícil de calibrar de todos los tipos de acuario. Aquí vale todo,
desde un acuario con plantas de plástico, a un acuario muy plantado pasando por todos los niveles intermedios. Aquí
es casi imposible dar un baremo concreto de luz o ciclo de luz. En estos
acuarios, lo que si tenemos claro es que los peces e invertebrados, juegan un
papel fundamental. Suelen acuarios de principiante, o bien de gente
experimentada que no quiere complicar sus instalaciones con plantaciones
complejas. Si tenemos claro que en estos acuarios lo principal son los peces,
entonces partiremos de la base de no colocar una luz excesivamente potente,
donde nuestros pequeños se encuentren a gusto, pero lo suficientemente fuerte
como para permitir el desarrollo de las plantas, ya sean muchas o pocas. Una iluminación
de entre 0.3 y 0.4w (21-28lm/l) permite el mantenimiento de una gran cantidad de
especies vegetales sin necesidad de tener los inconvenientes de los que
llamamos comúnmente un acuario plantado. Estos acuarios están carentes de
equipos CO2, y crecen con lentitud. Una
luz más potente generaría graves desequilibrios en el consumo de nutrientes de
las plantas, haciendo muy difícil controlar los constantes desequilibrios. Para
evitar esto es mucho más recomendable el uso de moderado de luz y ampliar el
fotoperiodo hasta las 10 horas. La moderación con la luz dependerá de la
cantidad de plantas que tengamos en el acuario. Si hemos colocados un par de
ellas, dejando gran parte de la superficie libre, con 0.3w/l (21lm/l) y 8 horas
de fotoperiodo, será más que suficiente, ahora, si hemos colocado gran cantidad
de plantas cubriendo la mayor parte del tanque, entonces subiremos hasta los
0.4 ó 0.5w/l (28-35lm/l), alargando el fotoperiodo hasta las 10 horas si fuese
necesario. Es decir ese mismo acuario estándar de 96 litros nos sería perfectamente válido si contase con dos fluorescentes de 18w (2520lm),
pudiendo, en caso de mucha vegetación llegar a 3. Entre los acuarios estándar del
mercado, es fácil encontrar acuarios preparados así, como pueden ser los kit Aquapro de Eheim, los Sera Biotop, o
los Evolution y kits Cocoon de Aquatic Nature que sin tener que poner extras, ya vienen preparados
con una iluminación bien dimensionada para montar acuarios comunitarios de muy
alto nivel.
TIPO DE ACUARIO
|
POTENCIA
w/l.
|
INTENSIDAD
lm/l.
|
FOTOPERIODO
|
ACUARIOS SIN VEGETACION
|
0,2-0,3w/l.
|
14-21lm/l
|
6-8
horas
|
BIOTOPOS AMAZÓNICOS
|
0,2w/l.
|
14lm/l.
|
6
horas
|
ACUARIO MBUNAS MALAWI
|
0,3w/l.
|
21lm/l.
|
8
horas
|
ACUARIO TROPHEUS TANGANICA
|
0,3w/l.
|
21lm/l.
|
8
horas
|
ACUARIO MIXTO TANGANICA
|
0,2w/l.
|
14lm/l.
|
6-7
horas
|
ACUARIO MIXTO MALAWI
|
0,3w/l.
|
21lm/l.
|
6-8horas
|
GRANDES LAGOS CENTROAMERICANOS
|
0,2w/l.
|
14lm/l.
|
6
horas
|
…
|
|||
ACUARIOS COMUNITARIOS
|
0,2-0,5w/l.
|
14-35lm/l.
|
6-10
horas
|
SIN VEGETACIÓN
|
0,2w/l.
|
14lm/l.
|
6
horas
|
POCA VEGETACION
|
0,3w/l.
|
21lm/l.
|
6-8
horas
|
VEGETACION
|
0,3-0,4w/l.
|
21-28lm/l.
|
8
horas
|
MUCHA VEGETACION
|
0,5w/l.
|
35lm/l.
|
10
horas
|
ACUARIOS PLANTADOS
|
0,5-2w/l.
|
35-140lm/l
|
8-12
horas
|
LOW TECH
|
0,5-0,8w/l
|
35-56lm/l
|
8
horas
|
NATURE AQUARIUM
|
1-1,5w/l
|
70-105lm/l
|
10-12horas
|
DUTCH AQUARIUM
|
1-2w/l
|
70-140lm/l
|
10-12horas
|
6-3º-Acuarios
plantados: Aquí nos enfrentamos a otra cosa. Aquí los principales
inquilinos son nuestras plantas y estas como bien sabemos son fotosintéticas,
es decir necesitan luz para alimentarse. Son acuarios, a excepción de los low
tech, con adiciones extra de CO2, rutinas complejas de abonado, sustratos
nutritivos….y un largo etc. de complejidades técnicas que hacen de ellos los
formula uno de la acuariofilia en agua dulce. Aquí hablamos de iluminaciones
que por lo general superan el w/l, esto es debido a dos cosas, primero al uso
de plantas de zonas inundables que suelen estar expuestas a altos índices de luz,
en algunos casos de más de 30 .000lux y segundo a la necesidad de conseguir
crecimientos compactos y colores más definidos.
Esto en el caso de los acuarios de tipo Holandés es aun más crítico,
dado a la necesidad de hacer crecer numerosas plantas de tallo muy juntas y con
la mínima distancia internodal, de ahí que muchas veces tengamos que aumentar
la cantidad de luz necesaria. Aquí hablamos de entre 1 y 2w/l (70y 105lm/l), altas intensidades de luz, que
obligan a buenos cuidados y mantenimientos.
Un caso aparte
dentro de los acuarios plantados, son los low tech. Acuarios densamente
plantados. Sin adición de CO2 pero con una masa vegetal grande y compacta,
llegando en algunos casos a tapizar zonas con plantas como las Sagittaria subulata o Eleocharis párvula. Aquí jugamos en la
frontera de la máxima cantidad de luz sin la aportación de CO2. Equipos de entre 0.5-0.8w/l (35-56-ln/l) y
fotoperiodos de entre 8 y 10 horas darán el resultado debido.
Como resumen de todo esto podemos valorar que pese a que los conceptos que manejamos han cambiado de nombre, los hechos en si, son los mismos que hace 30 años. La iluminación es un tema complejo...si queremos que lo sea, y extremadamente sencillo si nos lo proponemos, todo se facilitara si tenemos claro que tipo de acuario buscamos. Si elegimos un modelo de acuario, solo tenemos que elegir la iluminación acorde a él, sin excesos, claro que, a veces, el acuario se nos va de las manos, y lo que en principio era un simple acuario comunitario, se convierte en algo más complejo.