Lo primero que tenemos que entender es que denominamos biotipo, no confundir con biotopo. Un biotipo es un modelo de planta, que a lo largo de su evolución, ha adoptado una serie de caracteres estructurales y morfológicos determinados que lo hacen perfecto para su desarrollo y que representa a un grupo vegetal más numeroso. El concepto biotipo engloba centenares de posibles clasificaciones, desde algo tan simple como herbáceas, arbustos y árboles, a casos tan complejos como el sistema Raunkiaer de principios-mediados de siglo y que aún sigue vigente (Fanerófito, Camerófito, Hemicriptófito...etc.) y en el que en parte, sólo en parte (helófitos e hidrófitos) vamos a basarnos.
En este caso vamos a dividirlo en 3 grupos:
- Biotipo 1: plantas acuáticas puras. (hidrófitos/ Criptófitos)
- Biotipo 2: Plantas acuáticas de desarrollo mixto (acuática / inundada). (hidrófitos/ helófitos)
- Biotipo 3: Plantas inundables. (helófitos)
Pero para poder entender el porque de esta clasificación, que a su vez nos explica por que resultan más complejas de mantener unas plantas que otras, hemos de explicar una de las principales divisiones del reino vegetal, las plantas vasculares y plantas no vasculares:
Las plantas vasculares son las más abundantes y las que comúnmente tenemos en nuestra mente. Son ese típico esquema que aprendemos en el colegio de raíces, tallo, hojas y flores y que se diferencian de las otras por tener una especie de sistema circulatorio, es decir, tienen una serie de "tuberías" que recorren la raíz, el tallo y las hojas por las que circula internamente el agua y los nutrientes (la savia), que se conocen con Xilema y Floema. De manera muy básica, pues no es necesario más:
El Xilema o tejido leñoso (Proviene de la palabra griega Xylon = Madera) es el conjunto de canales que recoge con un movimiento unidireccional ascendente desde la raíz, la savia bruta, compuesta de agua y Sales minerales (inorgánicas) absorbidas hasta las hojas.
El Floema o tejido liberiano (Proviene de la palabra griega phloios = Corteza), es el conjunto de canales que con un movimiento unidireccional descendente lleva a todas las partes de la planta la savia ya elaborada, es decir nutrientes (orgánicos e inorgánicos), especialmente hidratos de carbono producidos por la acción fotosintética.
Es decir, y esto es lo importante, las plantas vasculares toman los nutrientes y hasta el agua por la raíz (no por las hojas), y lo transportan a los distintas partes de la plantas donde por la acción de la fotosíntesis obtiene carbohidratos y otros productos que distribuyen por toda la planta.
Las plantas no vasculares todos las conocemos, quién no ha visto alguna vez musgos. Sin embargo, no son lo que primero que nos viene a la cabeza cuando nos preguntan por plantas, algo lógico al ser un grupo menos numeroso. Las plantas no vasculares carecen de raíces, de tallo diferenciado y sobre todo carecen de ese sistema de transporte de agua y nutrientes que es el binomio xilema / floema. estas plantas, disponen de otras estructuras más sencillas para poder transportar nutrientes y agua, pero desde luego, nada comparable. las plantas no vasculares son poiquilohídricas, es decir, tienen problemas para controlar la pérdida de agua a través de las hojas, por eso prácticamente todas viven en ambientes muy húmedos, o directamente bajo el agua. esto es algo que también pasa en las algas o incluso en los animales anfibios.
Para nosotros, lo importante es saber que las plantas no vasculares no toman los nutrientes y el agua a través de la raíz, sino que lo hacen a través de las hojas, sin demasiado transporte dentro de la misma planta, por lo que casi podemos decir que cada porción se comporta como una planta aislada.
Explicados estos conceptos es fácil entender porque clasificamos las plantas de acuario en los tres biotipos antes mencionados:
BIOTIPO 1: En este biotipo se encuentran todas las plantas acuáticas puras, es decir, todas aquellas que no pueden vivir y desarrollarse fuera del agua de manera habitual. Aquí englobamos plantas que se sujetan en el sustrato, tanto vasculares como no vasculares de los géneros Cabomba, Ceratophyllum, Miriophyllum, Vallisneria, Aponogeton, Potamogeton, Vesicularia, Monoselenium, o Taxiphyllum entre otras. Este abanico de plantas tienen todas la capacidad de tomar nutrientes a través de las hojas. Algunas de manera exclusiva como las epífitas o el Ceratophyllum demersum, y otras en combinación con un sistema radicular más capaz y desarrollado como las Aponogeton ulvaceus, pero todas tienen la capacidad de alimentarse por las hojas, y no se les puede privar de ella. Si eliminamos los nutrientes de la columna de agua, o los mantenemos en cantidades bajas e inconstantes mueren. Estos géneros están adaptados a ambientes menos cargados de CO2 y sus hojas, carentes de estomas tan especializados tienen métodos para atraparlo más fácilmente.
Muchos de estos géneros no tienen raíces, o si las tienen no son muy especializadas en absorber nutrientes (aunque lo hacen), si en cambio lo son en servir de anclaje. En este tipo de plantas, y en las plantas flotantes de los géneros Lemna, Pistia, Trapa, Phyllantus; Limnobium... la base de la alimentación debe de hacerse a través de la columna de agua, con ellas es prescindible el sustrato nutritivo para la nutrir por vía radicular, se comportan casi en su totalidad como plantas no vasculares en este aspecto. Este dato es importante a la hora de entender ciertas cosas, como el bajo crecimiento de algunas flotantes en aguas pobres en micros (casi todos precipitan y no están disponibles en columna) que entran en clorosis total antes que las plantas sumergidas, o los torcimientos que se producen más allá de los nuevos ápices en las vallisnerias por exceso de potasio (K), o porque porciones completas de ciertos musgos pueden venirse abajo o cambiar de morfología al estar en contacto con piedras calizas pero otras, adyacentes estar en perfecto estado.
BIOTIPO 2: En este grupo se encuentran todas las plantas que viven en dos mundos, plantas que tienen una morfología de hoja diferente cuando están sumergidas a cuando están emergidas. La mayoría de los géneros que mantenemos en acuariofilia está en este Biotipo, Alternanthera, Bacopa, Cardamine, Echinodorus, Hygrophila, Lobelia, Ludwigia, Lysimachia, Nuphar, Nymphoides, Rotala, Sagittaria,... Se trata de plantas con morfología acuática pero con sistemas radiculares mucho más desarrollados, es decir, si bien son capaces de tomar los nutrientes a través de las hojas, para un correcto desarrollo necesitan el complemento de un sustrato rico en nutrientes o no desarrollan en condiciones. Estas plantas necesitan tanto de nutrientes en la columna de agua como en la raíz y necesitan también una buena cantidad de CO2 disuelta en el medio. Su morfología está menos adaptada que la de las plantas acuáticas puras al mundo sumergido, poseen estomas en la hojas por donde introducir el CO2 y sacar el O2 y si no se las alimenta por la raíz, tarde o temprano acaban colapsando y dejando de desarrollarse (poder vivir en ambos mundos tiene alguna limitación), con respecto al dióxido de carbono su menor especialización obliga generalmente a tener que introducirlo de manera artificiosa. A la hora de enseñarnos carencias o excesos se comportan de manera general como plantas vasculares, lo que demuestra la limitada capacidad que tienen a la hora de coger ciertos nutrientes a través de las hojas, sirva de ejemplo las marcas de carencia de potasio (K) en las hygrophilas. Si las hojas pudiesen comportarse de manera independiente y absorber todos los nutrientes y no movilizar sus reservas, jamás se vería la carencia sólo en las hojas viejas.
Como en todo grupo, las normas no son rígidas y dentro de este biotipo encontramos plantas que se adaptan más y mejor al medio acuático que otras, esto va en función de la evolución de la propia planta y del tiempo que estado salvaje esta se ve obligada a pasar en estado sumergido. Si que debemos saber, que si estas llegan a la superficie y cambian el morfo, la planta centra su energía en el cambio y cierra determinados canales de absorción como los estomas, favoreciendo el crecimiento en un medio más rico como en aéreo. El proceso de reversión no siempre sale bien y requiere de tiempo, muchas veces es mejor una gran poda y reiniciar desde abajo que tratar que la planta regenere transformaciones internas en los tejidos.
BIOTIPO 3: En este grupo se encuentran todas las plantas que viven emergidas y que en determinadas ocasiones, por inundaciones puntuales, estacionales o por cambios en los cursos de los cauces pueden verse sumergidas. En este grupo encontramos de todo, desde plantas de ambientes húmedos que aguantan una temporada sumergidas como las Fittonias, a plantas que no adolecen de pasar largo tiempo sumergidas como las Anubias. Las más comunes que podemos encontrar las englobamos en los géneros Chamadorea, Cyperus, Hedyotis, Hydrocotile, Anubias, Bucephalandra, Chlorophytum, Cryptocoryne, Dracaena, Eleocharis, Glossostigma, Hemianthus, Hemigrafis, Juncus, Lagenandra, Lilaeopsis, Marsilea, Micranthemum, Microsorium, Ophiopogon, Pogostemon, Ranunculus, Staurogyne,... Muchos géneros y muchas especies con enormes diferencias morfológicas y biológicas, pero con dos cosas en común, primero su casi nula capacidad para captar ciertos nutrientes a través de las hojas, y segundo unos estomas foliares muy poco capacitados para el medio acuático y con poca capacidad para captar el CO2 debajo del agua. De nuevo, estas capacidades se ven aumentadas en función de tiempo que la planta, en su evolución, viva sumergida.
Con respecto a la capacidad para captar ciertos nutrientes, este tipo de plantas de alimentación solo radicular obliga a tener a las partes blandas de las raíces en contacto con los nutrientes. Recordar que la mayor capacidad de absorción se produce a través de la zona pelúcida de la raíz y esta se encuentra cerca de los nuevos ápices y en la zona blanda. Si tenemos este tipo de planta sin contacto con el sustrato y solo está en contacto con la columna de agua, entonces ha de ser esta la que este cargada de nutrientes con el consiguiente riesgo y coste en tiempo de mantenimiento.
La capacidad de captar CO2 es, junto con la intensidad luminosa, la que verdaderamente convierte en difíciles muchas de las plantas que utilizamos. Este tipo de plantas tienen una cantidad de estomas reducidas en las hojas, lo que hace que no sean muy efectivas a la hora de captar este CO2, no lo necesitan de manera habitual. En medios sumergidos, para poder paliar este "déficit" morfológico, o mejor dicho, para ponerlas en un medio que no es el suyo, saturamos el medio acuático de CO2, a fin de contrarrestar su morfología, especialmente en algunas de ellas como la Glossostigma elatinoides o en las diferentes utricularias. En cambio, otras como los géneros Microsorium, Cryptocoryne o Anubias, habitan de manera habitual en zonas inundables o en zonas donde la humedad es muy alta que les dificulta por sí sola la toma de CO2 del medio aéreo, por lo que sus hojas están mejor adaptadas a captar este del Medio acuático, y por eso son relativamente sencillas de mantener. además, poseen la capacidad de alterar la composición de los nuevos crecimientos, mejorando su capacidad de captar el CO2 del agua en detrimento del Aire, esto es fácil de comprobar cuando sacamos estas plantas, adaptadas desde mucho tiempo al agua, al medio aéreo, donde por mucha humedad que les demos, tienden a desprenderse de todas sus hojas, especialmente en las aráceas, y volver a renacer desde su rizoma.
Esta clasificación, nos ayudará a entender un poco mejor lo que las plantas nos dicen con su forma, color, desarrollo etc, y nos dá pistas sobre cómo actuar para corregir con velocidad determinadas carencias o excesos. Muchos de los problemas que tenemos cuando empezamos con el cultivo de ciertas plantas, es debido al desconocimiento sobre cuál es su modo y de vida, algo que sería impensable en acuariofilia hablando de peces pero que, de momento, desdeñamos en las plantas, tanto aficionados de base como grandes expertos y nos hace cometer errores de diseño en nuestros acuarios.
Muchos de estos géneros no tienen raíces, o si las tienen no son muy especializadas en absorber nutrientes (aunque lo hacen), si en cambio lo son en servir de anclaje. En este tipo de plantas, y en las plantas flotantes de los géneros Lemna, Pistia, Trapa, Phyllantus; Limnobium... la base de la alimentación debe de hacerse a través de la columna de agua, con ellas es prescindible el sustrato nutritivo para la nutrir por vía radicular, se comportan casi en su totalidad como plantas no vasculares en este aspecto. Este dato es importante a la hora de entender ciertas cosas, como el bajo crecimiento de algunas flotantes en aguas pobres en micros (casi todos precipitan y no están disponibles en columna) que entran en clorosis total antes que las plantas sumergidas, o los torcimientos que se producen más allá de los nuevos ápices en las vallisnerias por exceso de potasio (K), o porque porciones completas de ciertos musgos pueden venirse abajo o cambiar de morfología al estar en contacto con piedras calizas pero otras, adyacentes estar en perfecto estado.
BIOTIPO 2: En este grupo se encuentran todas las plantas que viven en dos mundos, plantas que tienen una morfología de hoja diferente cuando están sumergidas a cuando están emergidas. La mayoría de los géneros que mantenemos en acuariofilia está en este Biotipo, Alternanthera, Bacopa, Cardamine, Echinodorus, Hygrophila, Lobelia, Ludwigia, Lysimachia, Nuphar, Nymphoides, Rotala, Sagittaria,... Se trata de plantas con morfología acuática pero con sistemas radiculares mucho más desarrollados, es decir, si bien son capaces de tomar los nutrientes a través de las hojas, para un correcto desarrollo necesitan el complemento de un sustrato rico en nutrientes o no desarrollan en condiciones. Estas plantas necesitan tanto de nutrientes en la columna de agua como en la raíz y necesitan también una buena cantidad de CO2 disuelta en el medio. Su morfología está menos adaptada que la de las plantas acuáticas puras al mundo sumergido, poseen estomas en la hojas por donde introducir el CO2 y sacar el O2 y si no se las alimenta por la raíz, tarde o temprano acaban colapsando y dejando de desarrollarse (poder vivir en ambos mundos tiene alguna limitación), con respecto al dióxido de carbono su menor especialización obliga generalmente a tener que introducirlo de manera artificiosa. A la hora de enseñarnos carencias o excesos se comportan de manera general como plantas vasculares, lo que demuestra la limitada capacidad que tienen a la hora de coger ciertos nutrientes a través de las hojas, sirva de ejemplo las marcas de carencia de potasio (K) en las hygrophilas. Si las hojas pudiesen comportarse de manera independiente y absorber todos los nutrientes y no movilizar sus reservas, jamás se vería la carencia sólo en las hojas viejas.
Como en todo grupo, las normas no son rígidas y dentro de este biotipo encontramos plantas que se adaptan más y mejor al medio acuático que otras, esto va en función de la evolución de la propia planta y del tiempo que estado salvaje esta se ve obligada a pasar en estado sumergido. Si que debemos saber, que si estas llegan a la superficie y cambian el morfo, la planta centra su energía en el cambio y cierra determinados canales de absorción como los estomas, favoreciendo el crecimiento en un medio más rico como en aéreo. El proceso de reversión no siempre sale bien y requiere de tiempo, muchas veces es mejor una gran poda y reiniciar desde abajo que tratar que la planta regenere transformaciones internas en los tejidos.
BIOTIPO 3: En este grupo se encuentran todas las plantas que viven emergidas y que en determinadas ocasiones, por inundaciones puntuales, estacionales o por cambios en los cursos de los cauces pueden verse sumergidas. En este grupo encontramos de todo, desde plantas de ambientes húmedos que aguantan una temporada sumergidas como las Fittonias, a plantas que no adolecen de pasar largo tiempo sumergidas como las Anubias. Las más comunes que podemos encontrar las englobamos en los géneros Chamadorea, Cyperus, Hedyotis, Hydrocotile, Anubias, Bucephalandra, Chlorophytum, Cryptocoryne, Dracaena, Eleocharis, Glossostigma, Hemianthus, Hemigrafis, Juncus, Lagenandra, Lilaeopsis, Marsilea, Micranthemum, Microsorium, Ophiopogon, Pogostemon, Ranunculus, Staurogyne,... Muchos géneros y muchas especies con enormes diferencias morfológicas y biológicas, pero con dos cosas en común, primero su casi nula capacidad para captar ciertos nutrientes a través de las hojas, y segundo unos estomas foliares muy poco capacitados para el medio acuático y con poca capacidad para captar el CO2 debajo del agua. De nuevo, estas capacidades se ven aumentadas en función de tiempo que la planta, en su evolución, viva sumergida.
Con respecto a la capacidad para captar ciertos nutrientes, este tipo de plantas de alimentación solo radicular obliga a tener a las partes blandas de las raíces en contacto con los nutrientes. Recordar que la mayor capacidad de absorción se produce a través de la zona pelúcida de la raíz y esta se encuentra cerca de los nuevos ápices y en la zona blanda. Si tenemos este tipo de planta sin contacto con el sustrato y solo está en contacto con la columna de agua, entonces ha de ser esta la que este cargada de nutrientes con el consiguiente riesgo y coste en tiempo de mantenimiento.
La capacidad de captar CO2 es, junto con la intensidad luminosa, la que verdaderamente convierte en difíciles muchas de las plantas que utilizamos. Este tipo de plantas tienen una cantidad de estomas reducidas en las hojas, lo que hace que no sean muy efectivas a la hora de captar este CO2, no lo necesitan de manera habitual. En medios sumergidos, para poder paliar este "déficit" morfológico, o mejor dicho, para ponerlas en un medio que no es el suyo, saturamos el medio acuático de CO2, a fin de contrarrestar su morfología, especialmente en algunas de ellas como la Glossostigma elatinoides o en las diferentes utricularias. En cambio, otras como los géneros Microsorium, Cryptocoryne o Anubias, habitan de manera habitual en zonas inundables o en zonas donde la humedad es muy alta que les dificulta por sí sola la toma de CO2 del medio aéreo, por lo que sus hojas están mejor adaptadas a captar este del Medio acuático, y por eso son relativamente sencillas de mantener. además, poseen la capacidad de alterar la composición de los nuevos crecimientos, mejorando su capacidad de captar el CO2 del agua en detrimento del Aire, esto es fácil de comprobar cuando sacamos estas plantas, adaptadas desde mucho tiempo al agua, al medio aéreo, donde por mucha humedad que les demos, tienden a desprenderse de todas sus hojas, especialmente en las aráceas, y volver a renacer desde su rizoma.
Esta clasificación, nos ayudará a entender un poco mejor lo que las plantas nos dicen con su forma, color, desarrollo etc, y nos dá pistas sobre cómo actuar para corregir con velocidad determinadas carencias o excesos. Muchos de los problemas que tenemos cuando empezamos con el cultivo de ciertas plantas, es debido al desconocimiento sobre cuál es su modo y de vida, algo que sería impensable en acuariofilia hablando de peces pero que, de momento, desdeñamos en las plantas, tanto aficionados de base como grandes expertos y nos hace cometer errores de diseño en nuestros acuarios.