Debe de ser el calor del verano, o
que me estoy volviendo un tanto gruñón, pero creo que estamos destrozando esta
afición desde la base. No es que me haya levantado catastrofista, ni nada por
el estilo, pero cada vez estamos poniendo en mayores apuros a aquellos que
inician este apasionado camino. Voy a explicar algo que me ha pasado esta
última semana. Como cada cierto tiempo, tengo la costumbre de recorrer los
diferentes comercios especializados de la ciudad por si apareciese algo “tentador”
que traerme a casa. Esta última semana lo que único que me he llevado ha sido
un cabreo y una decepción importante. Me atrevería a decir que Todos los acuarios
que contenían vivíparos de las diferentes tiendas, presentaban alguna patología
muy clara, en casos desastrosa, con cadáveres dentro de los acuarios, algunos atascados en las tomas de filtro o flotando en
las esquinas. No es que todos estuviesen en ese estado, ni que los acuarios
estuviesen llenos de cadáveres, la mayoría presentaban síntomas mucho menores
aunque ya evidentes, pero en casi todos encontrabas algún "fiambre". Esto cuando te
ocurre en un comercio puede ser por múltiples causas, pero cuando es algo tan generalizado
me temo que el problema está situado en y por encima del comercio, en los
importadores y los criadores, vamos, en toda la cadena. De hecho, creo que es necesario explicar a los
consumidores finales cuales son algunos problemas que cualquier profesional
debe de asumir y resolver con respecto a estos pececillos, ya que en este caso
solemos culpabilizar al comercio del estado de los animales, y si bien son
culpables de que se vean cadáveres en las baterías, de contratar personal sin mucha experiencia o de vender animales directamente
enfermos o en tanques muy infectados (lo he visto muchas veces), no lo son del
estado en el que le llegan dichos peces y como evolucionan durante los primeros
días aunque los vendan aparentemente sanos.
Ya desde los primeros tiempos de la
acuariofilia, los vivíparos fueron y aun a día de hoy siguen siendo, la puerta
de entrada al mundo de los acuarios. Sus brillantes colores, sus múltiples
variedades, su facilidad de reproducción, su asequible precio, disponibilidad y
su, en teoría, resistencia y facilidad de “manejo” por parte de los aficionados
que empiezan, hace que desde hace años se reproduzcan por millones en
centenares de criaderos del sudeste asiático y florida para su posterior
comercialización en todo el mundo. Además, con el auge de medios y el aumento
de la afición en muchos lugares, se ha dado luz verde a una especie de carrera
por ver quién saca la variedad más rara y nueva de cada especie…., a costa de
su salud claro.
Los cuatro vivíparos más comunes
de encontrar en los comercios son los Guppys ( Poecilia
reticulata ), Mollys ( Poecilia sphenops ), Xiphos ( Xiphophorus
helleri ) y los Platys ( Xiphophorus
maculatus), además hoy día podemos encontrar variedades de Guppy endler (Poecilia
Wingei), si bien en mi isla aun son raros. Su denominación de vivíparos no
es del todo cierta, pues si bien es cierto que dan a luz alevines vivos, no es
menos cierto que incuban los huevos dentro de la madre, con lo que la
denominación correcta es la de ovovivíparos, es decir, animales que si se
reproducen por huevos pero que a diferencia de los demás peces, estos son
incubados dentro del vientre materno.
Los Vivíparos son originarios de centro
América, sur de EE.UU y también se les puede localizar en el norte de
Sudamérica, pero a día de hoy y debido a que es en el sudeste asiático donde en
mayores cantidades se les cría, el famoso Guppy, ha dejado de ser el estandarte
de los ríos de Trinidad para convertirse en el más común de los habitantes de
muchos cursos Asiáticos. Proceden en su mayoría de aguas duras con Ph por
encima de 7,5 y con gran concentración de sales y Dh entre 15-30º e incluso, a
algunas especies se las puede encontrar en aguas salobres. Habitan cursos de
aguas no muy rápidas en zonas donde crece la vegetación permitiendo las puestas
de insectos, de cuyas larvas se alimentan (especialmente los Guppys), así como
de la proliferación de algas, importantes en su dieta, especialmente en el
caso de Mollys, que sufren rápidos deterioros físicos si en su dieta de acuario
no se les suministra una buena y abundante cantidad de materia vegetal.
Con estas nociones básicas ya
tenemos una pequeña hoja de ruta para enfrentarnos a los problemas que estos
pequeños puedan presentar al ser adquiridos y adaptados al acuario. Del
intrincado y enorme mundo de las enfermedades de acuario, estos vivíparos han
demostrado a lo largo del tiempo que se trata de animales muy duros capaces de
soportar condiciones bastante malas de mantenimiento sin mostrar síntoma alguno
de patología, sin embargo a día de hoy me atrevería a decir que ocurre justo lo
contrario, la endogamia selectiva a la que han sido sometidos para obtener las
múltiples variedades, el hacinamiento, las condiciones de alimentación en los
criaderos para que crezcan más rápido, las hormonaciones, el mantenerlos de
manera permanente en aguas medicadas, etc..., etc., han convertido a estos peces
en unos de los más delicados de aclimatar y de los más propensos a enfermar, si
bien es cierto que la mayoría de las variedades, responden bien a los
tratamientos, y que una vez aclimatados son muy duros.
Las enfermedades más comunes que
afectan a nuestros vivíparos son 7, a saber:
- Bacterianas : Tuberculosis, Tetrahymena , columnaris y
la putrefacción de aletas.
- Víricas : Hidropesía.
- Parasitarias : Oodinium y el
punto blanco (Ichthyophthirius multifinis).
Además de aquellas afecciones no
infecciosas como la avitaminosis, Tripanoplasma, deformaciones, Afecciones
cutáneas, opacidades oculares…, etc.
Pero ¿Cómo hacer una línea de frente efectiva ante estas enfermedades?
Independientemente de que enfermedad sea y de que tratamiento debamos aplicar,
existen una serie de reglas básicas para el mantenimiento y la adaptación de
estos animales.
1.
Deberemos de evitar el uso de aguas blandas o ácidas, Está más que
comprobado que el uso de aguas blandas favorece de manera desmesurada la
aparición de problemas derivados de hongos (especialmente en el caso de los
Molly) y de bacterias en todos ellos. Por lo tanto, un Ph que ronde el 7.5 y
unas durezas medias de 15º son las más adecuadas, Que deben de ser aun mayores
en el caso de los Black Molly. En el caso de los Guppy y de algunas variedades
de Endler, si bien es cierto que a Ph menores se encuentran mejor, no es menos
cierto que en valores más altos se muestran menos receptivos a enfermar, sobre
todo las variedades más selectas y con mas endogamia.
2.
Necesitan aguas limpias, poco cargadas de materia orgánica y con
renovaciones frecuentes, esto ayuda a que sus ciclos reproductivos sean
continuos y que además, evitemos problemas con enfermedades parasitarias que
tan rápido se propagan entre ellos.
3.
Gustan de temperaturas altas, por encima de los 26ºC, si bien es cierto que
soportan sin problema alguno temperaturas de hasta 18 grados o menos, son
tremendamente afectados por lo que se conoce como tripanoplasma, o enfermedad
del sueño, que deriva de manera casi instantánea en enfermedades bacterianas.
4.
Al menor síntoma de algo, efectuar baños en aguas salobres, a una densidad
de unos 1010-1012 y de unos pocos minutos de duración, de 3-15( menos en el caso
de los Guppy y Endler) donde sus dañadas membranas podrán recobrarse y actuar de forma instantánea en
contra del patógeno, sin olvidar, la gran capacidad desinfectante de los baños
de sal.
5.
Deberemos de suministrarles una dieta muy rica en materia vegetal alternada
con larvas rojas de mosquito (especialmente en el caso de los Guppys), para
conseguir que su sistema inmune esté siempre al 100%.
6.
La última y más importante, la prudencia. Es fácil llegar a una tienda y
quedarse “pasmado” delante del cristal de un acuario ante estos bellos peces,
sin embargo, su compra entraña un grave riesgo de contagio en una comunidad
cerrada como es nuestro acuario. Deberemos de observar todo el tanque, e
incluso toda la batería de acuarios que se encuentre bajo un mismo sistema de
filtración. En el caso de encontrar algún animal en mal estado, nadando plegado
de aletas, nadando con bamboleos, pálido, arrascándose contra piedras y
adornos, boqueando en exceso cerca de la superficie etc., con rastros de punto
blanco, aletas deshilachadas o zonas blanquecinas, deberemos de suspender
automáticamente la compra, pues seguramente nuestro futuro inquilino sea
portador de alguno de esos males y no tardará en transmitirlo a nuestro
acuario. Además antes de sacarlo de su acuario de venta deberemos de preguntar
al dependiente los valores del agua que utiliza, pues si estos difieren mucho
de los valores nuestro acuario puede ser que pese a que el animal no muestre
síntoma alguno, sea portador de algún patógeno y ese cambio drástico de medio
baje en exceso el sistema inmune del pez y desencadene la enfermedad.
Una vez hecho todo esto, si así todo nos encontramos con síntomas de alguna de
estas enfermedades deberemos de identificarla rápidamente y actuar en
consonancia, generalmente, como ya se ha dicho, estos animales responden bien a
los tratamientos, y si descontamos la tetrahymena y la
hidropesía de origen vírico, sin cura posible, las demás son un pequeño
problema con solución.
Para las enfermedades de origen
bacteriano y parasitarias existen numerosos preparados comerciales que
ayudan a erradicarlas de manera efectiva (descontando la Tetrahymena )
, yo últimamente he obtenido muy buenos resultados con Manacil y Trichosal de Manaus Aquarium y que deberemos de emplear, primero de manera precisa en cuanto
a las cantidades y evitar así resistencias, y segundo cautelosa, pues en la
mayor parte de los casos, por no decir en su totalidad, exterminan la mayor
parte de la colonia bacteriana del filtro (especialmente los antibacterianos en
general y un buen número de fungicidas), por lo que deberemos de subir la temperatura en
torno a los 30ºC (32ºC en caso del famoso punto blanco) para aumentar los
metabolismos del pez y del parásito y que así la medicación se muestre más
efectiva, aumentaremos la agitación de la superficie del agua por medio de
venturis, flautas a la salida de los filtros o bombas de aire, pues la alta
temperatura unidos a la acción del medicamento van a dar como resultado la
drástica reducción de la tasa de O2 disponible, fundamental para que los
animales se encuentren fuertes. Generalmente estos tratamientos se renuevan
cada dos días, dejando al menos entre 6-24 horas entre tratamientos donde
efectuaremos un cambio de agua de entre un 50 y un 75% y filtraremos con carbón
para erradicar cualquier residuo del medicamento así como para retirar parte de
la materia orgánica acumulada en exceso por la poca actividad bacteriana del filtro. Por descontado que
durante el proceso de medicación se debe de alimentar a los animales varias
veces al día, en muy pequeñas cantidades a ser posible con comida viva o
congelada de calidad, para este menester, tanto las larvas rojas de mosquito
como la artemia salina han demostrado en multitud de ocasiones su eficacia. Con
todo esto, y una vez no veamos rastro alguno de la enfermedad, prolongaremos su
tratamiento de dos a siete días más, para asegurarnos que ningún patógeno que
no esté aun en fase libre, vuelva a darnos problemas pocos días después.
En el caso de las enfermedades no
infecciosas, decir que las encontramos de dos tipos, las que ya están cuando
compramos el pez, avitaminosis, deformaciones, alteraciones cutáneas,
acumulaciones de cutícula etc., y las que aparecen por motivo de una mala
adaptación o de un medio en mal estado, Tripanoplasma, Exoftalmias, opacidad
ocular. Si cuando compramos el animal “hacemos los deberes” y observamos con
dedicación los acuarios y los animales a la venta, evitaremos comprar animales
con deformaciones etc., que serán un seguro foco de infección para nuestro
tanque. Si además de observar con detalle los animales a comprar, hacemos
correctos transportes, cortos, a oscuras y sin demasiados movimientos,
correctas adaptaciones, lentas, largas, en aguas limpias sin acumulaciones de
materia orgánica (siempre es bueno cambiar agua antes de introducir animales
nuevos), al Ph adecuado, con las luces apagadas, habiendo dado de comer
previamente a los animales habitantes del acuario y vigilando la temperatura en
todo momento es casi improbable que suframos de alguna de estas alteraciones.
Como resumen decir que con todo
este ladrillo solo pretendo desmitificar la fama de “duros” que este tipo de
animales tienen, y la fama de “poco competentes” que muchas veces damos a algunos profesionales del ramo, y que
a día de hoy, si bien es cierto que se venden para neófitos, deben de ser
tratados con el máximo respeto y cuidado, pues me atrevería a decir que te van
a dar más problemas 10 Guppys que 10 escalares o 10 tetras. y esto es debido al abusivo uso de medicamentos desde origen que hacen que las enfermedades se vuelvan cada día, más y más resistentes.
Estoy totalmente de acuerdo con tu artículo.
ResponderEliminarLa mala información que muchas tiendas dan a los que se inician en este Hobby junto con la facilidad que tienen para aparearse acabarán con la especie si no ponemos medios para evitarlo.
La endogamia es un cáncer para peces...perros y otras especies y debería estar controlada y en muchos casos prohibida.
Ahora entiendo por qué la gente prefiere las crias de acuarios particulares a las de las tiendas.
Muy buen artículo y reflexión Bravo iker.