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viernes, 10 de junio de 2016

El abonado, el Equilibrio.

¿Pero tenemos que abonar las plantas en un acuario? Ni os imagináis la de veces que se pregunta esto en una tienda de acuariofilia. De entre todos los enigmas que podemos encontrarnos en acuariofilia este es sin duda el más complejo, tanto, que me atrevería a decir que la mayor parte de los profesionales del ramo (al menos de los que yo personalmente conozco, y no son pocos) no conocen los diferentes procesos básicos de consumo e interacciones que se producen dentro de la urna, no alcanzan a comprender como tratarlos, y lo más grave, tampoco se les ve intención de hacerlo. Hace relativamente pocos años, menos de 20, recuerdo perfectamente las discusiones en reuniones de amigos y después en foros de acuariofilia sobre cuál era la forma correcta de abonar nuestros acuarios plantados, o lo que nosotros entendíamos entonces que era un acuario plantado. Entonces, prácticamente no sabíamos nada, teníamos muy poca disponibilidad de luz y el CO2 era un “gas mata-peces”, pero aprovechando la poca información que teníamos de nuestros vecinos del norte, especialistas en lo que llamábamos acuarios holandeses, se llegaron a una serie de conclusiones que a día de hoy siguen totalmente vigentes. En este caso concreto yo he empezado titulado el artículo abonado en “low tech”, pero sus fundamentos son los mismos por lo que se rige cualquier acuario independientemente de la cantidad de luz y CO2 que tenga.


(Mi pequeña charca en el año 2004)

Cuando hablamos de abonado tenemos que entender qué es el “Equilibrio”.  El equilibrio es el punto exacto en que todos los factores físicos y químicos que afectan en el acuario al desarrollo vegetal, hacen que nuestras plantas funciones y se desarrollen de manera óptima, sin desviaciones que permitan una ralentización en el crecimiento, deformaciones, carencias o el desarrollo de nuestras amigas las algas. En este equilibrio entran tres factores fundamentales:
-Luz.
-CO2.
-“Nutrientes”.

                Tanto la luz como el CO2 son factores que ya hemos tratado en otros artículos, pero como resumen digamos que a más luz necesitaremos más CO2 y nutrientes y CO2 podremos añadir, en tanto no nos afecte demasiado reduciendo el Ph ni provoque la asfixia de nuestros peces. De todas formas, creo que la mejor forma de poder entender el abonado es mediante un ejemplo con casos prácticos, así que nos vamos de compras…
Supongamos que acabamos de adquirir un precioso acuario de 100 litros, un fantástico Eheim Aquastar 96 que queremos convertir en un acuario plantado pero con bajos requerimientos de luz y sin invertir en CO2. Bueno, entonces sabemos que nos enfrentamos a un acuario tipo “low tech”. Nuestro acuario de 100 litros trae de serie un fluorescente tradicional de 15w y unos 1350 lm, por lo que la luz con la que vamos a contar es de apenas  0.15w/ litro o 14lm/ litro, es decir, muy poco.


(https://www.eheim.com/es_ES/productos/acuarios/Sets-de-acuarios/aquastar-96_negro)

Para este tipo de acuario, si bien existe un buen abanico de plantas que podemos mantener, hemos de ser conscientes que el desarrollo de las mismas va a ser lento, y nos va a costar muchos meses llegar a establecer una plantación “digna”. Con 18w y sin CO2 nuestro factor limitante va a ser evidentemente la luz. Esta luz es el “acelerador” que hace consumir a nuestras plantas, y aquí el acelerador lo apretamos poco, por lo que el consumo será escaso. El CO2 disponible en el medio dependerá de los valores de Ph y Kh que nosotros tengamos, ya que estos valores son los que limitan la capacidad de disolución de este gas en el medio acuoso. Estos valores están reflejados en tablas que todos en algún momento hemos visto en fotografías y foros y si bien son reales, a la hora de la verdad tampoco debemos obsesionarnos con ellas, la realidad nos dirá donde nos encontramos. En resumen en estas tablas nos cuentan que a mayor Ph, cuando aumentamos el Kh, tenemos mayor cantidad de CO2 disponible.





(Tablas Procedentes de la web del proveedor de plantas Tropica: http://tropica.com/en/guide/make-your-aquarium-a-success/fertiliser-and-co2/ )


 Nuestro acuario cuenta con un agua más o menos neutra, es el agua de la red, no vamos a complicarnos, en torno a 7.2 de Ph y  4-5º de Kh, suficiente para mantener el medio estable, por lo que nos moveríamos, supuestamente dentro de la zona naranja de la gráfica antes mostrada, y digo supuestamente porque al no introducir CO2 siempre estaremos por debajo de los niveles de saturación a esas condiciones de Ph y Kh. Cuando hemos montado el acuario, hemos decidido que vamos a poner un sustrato nutritivo, porque aunque el acuario cuenta con poca luz, la idea es poner tanta planta como sea posible, sin dejar espacios libres en el suelo del tanque, y según hemos leído por ahí, para estos casos tener algo de “comida” en el suelo puede ayudarnos. Luego hemos puesto unas “piedras y palos” y hemos plantado el acuario “a tope” con plantas que nos han dicho que van bien en situaciones de poca luz. Hemos conectado el filtro, puesto el termostato y a funcionar…. Como hemos puesto mucha planta y nos han dicho que tenemos que ciclar el acuario, vamos a esperar unas semanas hasta meter los primeros peces. Durante este periodo de tiempo, además de madurar los filtros con los productos que nos vendieron, nos aseguramos que nuestras plantas van a enraizar de manera correcta.
Con nuestra escasa luz y sin CO2 las plantas tardarán una primera semana en dar síntomas de aclimatación, exceptuando plantas como Ceratophyllum demersum, Egeria densa y las flotantes como lenma minnor, pistia stratiotes, etc, cuyo tiempo de adaptación es muy rápido, pero a partir de la segunda o tercera semana ya veremos que prácticamente todas empiezan a crecer. En este intervalo de tiempo no habremos abonado nada. El sustrato ya se habrá encargado de hacerlo por nosotros, y nuestro trabajo se limitará a controlar los valores del agua y estar atentos a la aparición de posibles algas (que aparecerán). Durante este primer mes soy partidario de realizar cambios de agua algo más fuertes de lo habitual, de esa forma me evito, entre otras cosas, controlar demasiado el acuario, pues ya sé que tendrá los valores del agua de red, y además me aseguro que todo lo que libere el sustrato va a estar controlado dado que cada pocos días voy a resetear la columna de agua forzándolo a expulsar nutrientes, y obligándole a llegar antes a su punto de equilibrio con mi agua. (Esto es igual para acuarios tipo high o low tech). Mi rutina de cambios es la siguiente:
-          Durante los primeros 10 días cambios de entre el 40-50% cada dos días, los días 2-4-6-8 y 10.
-          Luego tres cambios de agua cada tres días, los días 13-16 y 19.
-          Después otros tres cambios cada 4 días, los días 23-26 y 29.
-          Y después cambios de agua semanales aspirando el agua del fondo de manera superficial para retirar todo el sedimento que pueda sin afectar a las plantas.
Durante este tiempo ya han empezado a surgir los problemas con las algas, especialmente a partir de la segunda semana y esta será nuestra primera pista para encontrar el equilibrio. Nosotros contamos con un sustrato que “gracias a la gran dosis de información de los fabricantes” (nótese la ironía), no tenemos ni idea de qué contiene, ni cómo se comporta, así que debemos de estar atentos a nuestras primeras algas, las cuales serán las que nos avisen de las reacciones de nuestro acuario, pero para entenderlas, hemos de comprender la “otra pata” del equilibrio, los nutrientes.
Los nutrientes yo los divido en tres grupos.
                -N, P, K. (Macronutrientes).
                - Fe
                - S, Al, Ca, Mg, Mo, V, Zn, B… (Micronutrientes).

Los macronutrientes son los que nos van a dar las principales pistas sobre lo que ocurre dentro del equilibrio de nuestro acuario. Por su cantidad en la disolución y por su volumen de consumo, son los responsables de la gran mayoría de los desequilibrios que se producen dentro del acuario.  El nitrógeno (N) lo trabajaremos en forma de NO3 (nitrato), claro que las plantas pueden consumir este N en otras formas, pero para nuestro control, esta es la forma que nos interesa controlar. El P (Fósforo) lo trabajaremos en forma de PO4 (fosfato), y ocurre igual que con el N, puede tener variedad de combinaciones, puede ser orgánico e inorgánico…., pero nosotros nos quedaremos con los fosfatos inorgánicos., que son los que podemos medir. El tercero en discordia es el K, y en mi opinión está algo sobrevalorado. Nunca lo he medido, y sé que existen test para ello, pero da la casualidad que nunca me ha hecho falta. Entre las plantas que actúan como buenos marcadores de su exceso y el parón en el acuario cuando falta, no es difícil de controlar. El potasio es el único de los tres macros que no provoca la aparición de algas por exceso, lo que provoca es un retorcimiento de los brotes nuevos de las plantas. Por lo tanto, bajando un poco la dosis desde ese punto, ya sabemos que tenemos el K necesario. La forma de añadirlo generalmente es por medio de Nitrato potásico (KNO3) o de sulfato potásico (K2SO4)... Lo que si he visto, es que echando mucho menos de lo que se considera normal en los estándares del equilibrio, el acuario sigue funcionando perfectamente. El déficit de K por su contra sí que afecta de manera importante al desarrollo vegetal. Éste es necesario para el funcionamiento interno de la planta, para la síntesis de enzimas, para el transporte interno y sobre todo para el consumo de N por parte de la planta. Sin K. la planta no puede consumir N. Desde siempre se ha dicho que el equilibrio entre estos macro nutrientes es el conocido 10:1:10, es decir 10mg/ litro de NO3, 1mg/ litro de PO4 y 10mg/ litro de K. (10NO3-1PO4-10K). Este valor es muy interesante en principio, pero no es un dogma de fe, cada acuario responde de maneras muy diversas a lo largo de su vida, por lo que debemos de ir modificando este valor a lo largo del tiempo, si bien, como punto de partida es apropiado.

El Fe es un elemento que siempre ha de estar presente pues es fundamental, entre otras cosas, en la formación de clorofila, pero cuyo valor se encuentra muy por debajo del de los macro nutrientes. Se dice que el adecuado está en torno a 0.25-0.5mg/l aunque esto vuelvo a repetir es muy relativo. Su déficit provoca lo que se conoce como Clorosis férrica y se aprecia por que las hojas palidecen poco a poco volviéndose amarillas. Al principio esto ocurre entre los nervios de la hoja y en los casos más severos se extiende a toda la hoja, incluidos los nervios. Para verlo nos hemos de fijar en los nuevos crecimientos, los cuales serán los encargados de mostrarnos este déficit. El Fe que añadiremos a nuestro acuario lo haremos en forma de quelato EDTA, ya que bajo esta forma el hierro trivalente (Fe 3+)  es aprovechado por las plantas. Normalmente la planta se “alimenta del hierro bivalente (Fe 2+), pero este es rápidamente transformado a Fe 3+ en el agua. Como tal no es asimilado por las plantas y precipita como hidróxido férrico quedando fuera del alcance de las plantas pero no de las algas. Hay otros factores a tener en cuenta y que rompen la ley del 0.25-0.5mg/ litro como el Ph del agua, la presencia de PO4, de magnesio (Mg), de cobre (Cu)  o de zinc (Zn), pues a Ph alcalinos, el hierro esta a menor disposición de la planta y los otros elementos interaccionan o bien precipitándolo o produciendo su inhibición. Por otro lado el exceso de Fe es toxico para los peces y para las plantas, es más, por encima de los 2-3mg/litro puede llegar a ser letal en la mayor parte de los peces, dándose casos de toxicidad a valores mucho menores. La forma que yo uso para controlarlo es siempre la misma, evito su uso si no veo clorosis, y evito la aparición de algas oportunistas por un exceso de Fe. Muchas de ellas, como las Barba, pincel o algunos tipos de Rojas, son perfectamente atribuibles al exceso de este elemento. Dicho esto, cabe decir que no introduzco Fe durante los primeros tres o cuatro meses de vida de un acuario tipo Low tech, y al menos tardo 2 en hacerlo en un High tech, salvo aparición de cierta clorosis.

Los micronutrientes son si nuestra rutina de cambios de agua es semanal en torno al 40-50% simplemente me olvido de ellos. Solo en el caso de acuarios High tech con plantaciones extremas de plantas de mucha estructura puede que necesites alguna vez aditarlos, pero por lo general, te puedes olvidar de ellos, especialmente en los acuarios tipo Low tech. En algunos casos veréis que tanto el Ca como el Mg son considerados por algunos autores como macro nutrientes….
Explicada esta “tercera pata” del equilibrio, ya estamos en disposición de entender el comportamiento de las algas, las cuales nos ayudan a entender cuál es el desequilibrio que está produciendo en nuestro acuario. De estas  tres patas de equilibrio, dos de ellas son fijas, Luz y CO2 y solo la tercera es variable, y es con ella con quien trabajaremos principalmente para solucionar los desequilibrios.

Durante los primeros días suele ser normal la aparición de algas Diatomeas, en forma de un polvillo marrón que lo cubre prácticamente todo, pero que con el tiempo, semanas, si cuidamos la limpieza, los cambios de agua etc., desaparecen. Con un sistema de cambios de agua como el explicado anteriormente es raro que aparezcan, y si lo hacen es en tan pequeña cantidad que podemos olvidarnos de ellas, ya que la rutina de cambios las acaba por erradicar en pocos días.
En el caso de que lo que nos aparezca sean clorophytas unicelulares como las algas punto, el medio nos está diciendo que la cantidad de NO3 está por encima de lo necesario para un correcto equilibrio. Esto significa dos cosas, o bien la tasa de PO4 es muy baja, o bien la tasa NO3 es muy alta. La forma de solucionarlo es mediante un buen cambio de agua y control de la cantidad de NO3 después del mismo. Si el valor de NO3 está en torno a los 10mg/ litro, entonces nuestro problema es la falta de PO4. Si nuestro valor está por encima de 20-25mg/litro, entonces tenemos que seguir bajando la tasa con más cambios de agua. Una vez establecido el equilibrio, poco a poco las algas desaparecerán y no se generarán nuevos crecimientos.
En el caso de aparezcan algas filamentosas, significa, generalmente, lo contrario del caso anterior, Que la tasa de PO4 es demasiado elevada con respecto a la de NO3. Esto, como en el caso anterior puede ser debido a que tenemos demasiados PO4, por encima de 1 -1.5mg/ litro, o que la tasa de NO3 es muy baja. La solución es similar a la anterior, un buen cambio de agua y controlar los valores de PO4. Si estos están en torno al mg/ litro y los NO3 en torno a los 10mg/ litro entonces es que estamos en el buen camino. En caso de menos PO4 lo añadiremos y en el caso de poco NO3 haremos lo mismo. Este extra lo podemos introducir en forma de nitrato potásico (KNO3) o fosfato potásico (K3PO4)  y aprovechar que tras el cambio de agua hemos de introducir el K.  Con este equilibrio construido, lo normal es que las algas se solucionen poco a poco. Si no fuese así, y siguiesen aumentando, hemos de olvidarnos del test y aumentar la dosis de NO3, pues seguramente existan trazas de PO4 orgánico, no identificables por el test, pero si asimilables por las algas. Este incremento del valor total de NO3 tratará de equilibrar el medio e inducirá al consumo de dichos PO4, por lo que acto seguido a este episodio no es de extrañar otro de algas punto si no vamos reduciendo la cantidad de NO3 introducido.
Generalmente estas son las Algas que suelen aparecer de manera habitual en los primeros estadios. Más adelante tendremos que pegarnos con algas rojas, cianobacterias, clorellas,…etc. Y dependiendo del caso optaremos por uno u otro tratamiento, pero como norma general, la mejor solución suele ser cambiar mucho agua, en torno al 70% del tanque durante varios días consecutivos, con el fin de resetear la columna de agua y limpiar las posibles precipitaciones en el sustrato. Nosotros con cada cambio de agua introduciremos cantidades conocidas de cada elemento, obligando a reaccionar al medio, limpiándose de sus excesos con cada nuevo cambio de agua.

                En resumen el abonado es seguramente el mayor quebradero de cabeza de cuantos podemos encontrarnos, pues trata de aquello que todos buscamos en un acuario, EL EQUILIBRIO. Da igual si nuestro acuario tiene 10, 100 o 1000 plantas, si son “fáciles” o “difíciles”,  al final existe una combinación de estas tres partes que hace que podamos llegar a un equilibrio. A veces es una cuestión química, otra de exceso de luz, otra de falta de CO2, o de varias al tiempo, pero lo seguro es que entre ellas tres hallaremos la solución. Pero ¿qué pasa si a nuestro kit básico le sumamos otro fluorescente de 15w? Nada, no pasa nada, no cambia nada. La diferencia abonando cualquier tipo de acuario está en las cantidades. Un acuario Low tech, con pequeñas dosis de Fe y algo de NO3 y PO4 si tenemos poco pez se mantendrá perfecto mucho tiempo, si el acuario tiene una buena población es posible que no tengamos que añadir nada y que con solo cambios de agua podamos mantener el equilibrio. Si aumentamos la cantidad de luz, lo único que va a pasar es que ese consumo aumentara y las dosis que deberemos de añadir subirán. Si así todo seguimos subiendo la luz…, pues mas nutrientes, hasta un punto en que ya no hay fuente de C y necesitaremos introducir CO2… y seguiremos aumentando luz y nutrientes.


¿Qué intento explicar con esto? El abonado es el abonado, es exactamente igual dentro de un acuario sea Low, High tech o cualquiera de los puntos intermedios entre ellos, las normas que lo rigen son iguales, solo cambian las cantidades y el tiempo. La dificultad para comprenderlo es la misma, solo que en los acuarios High todo transcurre más rápido, para bien y para mal, por eso es necesario manejar bien estos conceptos y poder atenderlos con rapidez. Los acuarios Low son más “perezosos” y tardan más en mostrar sus carencias, lo hacen de manera más lenta y eso permite, si entiendes el proceso, corregirlos en sus primeras fases, no llegando a producirse explosiones de algas indeseadas. 

viernes, 20 de mayo de 2016

Plantas Para un acuario Low tech.

     No sé cuantas veces me han pedido una lista de plantas que puedan ponerse en un acuario de este tipo y que funcionen bien, y a mí siempre me sorprende esa pregunta, porque lo sencillo es hacer una lista, muy corta por cierto, de aquellas plantas comunes que no pueden ir en acuarios tipo low.
     Me explico, la realidad es que entre la enorme variedad de plantas de la que disponemos en el mercado, son relativamente pocas aquellas que no aguantan condiciones de baja luz y ausencia de CO2, como puede ser la muy conocida Hemianthus Callitrichoides ´cuba´, pero como usuarios somos lo suficientemente cabezones como para ver solo aquellas que sabemos que no podemos usar, y no vemos las gran mayoría. Esta gran mayoría se adapta a la situación de moderada o baja luz, modificando su estructura foliar y su pigmentación, no realizando una tan visible fotosíntesis y creciendo algo más despacio. En realidad plantas como la proserpinaca palustris, en principio inviable en acuarios de este tipo, crece sin demasiados problemas tras un periodo de adaptación que puede ser, eso sí, de más de uno o dos meses. La planta cambia del rojo al verde y su crecimiento se vuelve perezoso, la distancia internodal aumenta y el radio de la planta se reduce, pero crece sin problema alguno, se adapta al medio.


Proserpinaca palustris ´cuba´

    ¿Donde está la clave que ayuda a resolver este antiguo dilema?, Pues es una cuestión de química y lógica a partes iguales, que como siempre ´choca´ con la formación de los profesionales y en la información que estos dan a los clientes.
   La parte lógica de la ecuación está en cuatro reglas básicas de acuariofilia que a menudo olvidamos, pero que todos, todos, todos conocemos.
 - Cambios de agua semanales de al menos el 40% del acuario, con agua de nuestra red, sin modificar los parámetros del acuario, a una temperatura muy similar, etc. Esto en un acuario de 100 litros  es media hora a la semana como mucho. Si estos cambios de agua pueden ser cada menos tiempo mejor, sobre todo durante los dos primeros meses de vida del mismo.
 - No exceder de las 8 horas de luz al día. ¿Por qué?, hemos de pensar que en estos acuarios los nutrientes que tenemos disponibles en ´exceso´ son NO3 y PO4 como residuo lógico de la alimentación y respiración, y que controlamos mediante los cambios de agua. Estos cambios nos introducen agua libre de taninos fenoles etc., y una tasa de trazas pequeña o grande dependiendo de nuestra agua de red. En el caso de no haber utilizado sustratos nutritivos podemos usar abonos líquidos carentes de N y P para completar nuestro aliño. Tener tan pocas horas de luz hace que el metabolismo de la planta consuma poco de todo, incluido el CO2 disponible del medio, el cual hemos de recordar que no introducimos y por tanto no está en tasas elevadas.


 3º- No sobrepoblar. Esto, que parece tan lógico, es el mayor mal de la acuariofilia. La gente tiende a confundir un acuario con una lata de conservas y en muchas tiendas no se preocupan de preguntar dónde va el pez que venden, simplemente pides, te lo empaquetan, pagas y te lo llevas. La regla antigua de 1 cm de pez adulto por cada litro de agua aun es válida. Si es mayor el ratio, 2 cm por litro, aun mejor. Como ejemplo, un aficionado que empiece con un acuario estándar de 60 litros y al que le gusten los cardenales (paracheirodon axelrodi), los cuales llegan a los 4-5 cm de adultos, debe de saber, se le debe de explicar, que una docena de ellos son suficientes para llenar su acuario. Esto provoca que introduzcamos poca cantidad de alimento, y que por tanto tengamos pocos desechos que vengan de los peces.
 4º- Alimentar muy poco y con comida de mucha calidad. Esto es el gran caballo de batalla, la gran mayoría del público alimenta en exceso, y esto en acuarios donde el ritmo de crecimiento vegetal es lento solo lleva a acumular NO3 y PO4. Cada gramo de comida que metamos, nos será devuelto en forma de heces y cada gramo que engorde un pez nos será devuelto en forma de NH3 procedente de excreciones y respiración. Y cuanta cantidad debo de darles…, bueno, aquí las cosas varían según donde mires. Hay fuentes que dicen que no se debe de alimentar más de lo que los peces puedan comer en dos minutos, dos p tres veces al día. Hay fuentes que hablan de menos cantidad pero más veces, hay fuentes que dicen que una sola vez al día, hay quien habla de días de ayuno…. En mi opinión todas son correctas y solo debemos de tener en cuenta donde lo aplicamos. Si estamos criando alevines muy pequeños, estos deben de estar en una especia de ´sopa´ de comida que les permita comer a todas horas y desarrollarse, en este caso la limpieza debe de ser alta. Cuando tenemos animales vivaces como tetras o danios, es bueno darles de comer varias veces al día, no sabría si es mejor dos o tres, eso lo determinan los criadores, pero como su ´éxito´ se basa en la velocidad de crecimiento y engorde, a mi no me vale, si nuestros animales lucen buenos colores, están activos, crecen y no presentan ninguna anomalía física o de comportamiento, y no tenemos acumulación de residuos, entonces lo estamos haciendo bien. En mi caso soy una sola vez al día y poca cantidad, tan poca que en 30 segundos ya no les queda( a veces menos), y un día a la semana se quedan en ayunas. Actualmente mi low de 240 tiene unos 30 cardenales que llevan conmigo unos tres años y son enormes. Hay un grupo de 10 tetras limón y dos Microrasbora galaxy (que además son una pareja), refugiados de otro acuario, y alguna cosa más. En el tanque no se acumulan NO3 ni PO4, el agua no se ensucia, los animales crecen, engordan, tienen una coloración magnífica, están activos y están continuamente haciendo puestas…, aunque no lo creamos, casi siempre damos demás.
   Otro tema es la calidad de la comida. Todos los que llevamos años hemos sufrido con comidas que ensucian o que dejan fosfatos en el agua. Comprar una comida de calidad no nos va a dejar sin dinero, hablamos de 2-3 euros de diferencia y un bote de buena comida dura muchas semanas e incluso meses. No es en esto en lo que debemos de ahorrar. Como ejemplo os puedo dar un caso que yo mismo he sufrido con comida para estanques. Dos comidas de la casa Sera, en teoría una marca de calidad ´indiscutible´, cambiamos el ´Koi profesional´ que estaba dando unos resultados espectaculares por el Sera ´pond Stick´, mucho más económico. Mismos estanques, mismo mantenimiento, mismos peces…la estabilidad de años se destrozo en una semana y media con un incremento de PO4 espectacular que dio como resultado la aparición de enormes brotes de alga filamentosa. Cambiar aguas, limpiar filtros, tirar la comida y volver al ´Koi profesional´ y todo como antes.

     La otra parte de la ecuación para conseguir que un low tech funcione es química. Aquí hemos de tener en cuenta varios factores, pero en especial la estabilidad. A lo largo de nuestra geografía es difícil encontrar aguas de red con un pH por debajo de 7.0, y ese es nuestro mejor aliado. Un pH constante entre 7 y 7.5 nos dará una reserva alcalina suficiente como para mantener estables los parámetros y poder realizar numerosos cambios de agua sin que nos suponga un desembolso importante. Evidentemente existen animales cuyos requerimientos de agua están en torno al 6 o 6.5 de Ph como óptimo (Apistogrammas sp. Sphaerichthys, Symphysodon…), pero si valoramos el conjunto por encima del animal, o bien no lo compramos, o bien nos aguantamos y complicamos el mantenimiento del tanque.
    Los mejores resultados los he obtenido a un pH entorno al 7.2-7.5 y un Kh entorno a 5-6. A esos valores ningún pez me ha dado síntomas de encontrarse a disgusto, incluidos animales de medios extremos como los gurami chocolate o regaliz (Sphaerichthys osphromenoides o parosphronemus deissneri) los cuales estaban todo el día correteando y medrando en busca de hembras que conquistar, durante mucho tiempo. Aquí también he de decir, que para conseguir puestas exitosas de estos pequeñines, hubo que sacarlos del tanque principal, instalarlos en un  tanque más pequeño a pH por debajo de 6 y con aguas negras y viejas, pero cuando montamos un acuario comunitario pensando en un paisaje, hemos de ser conscientes, que en beneficio del conjunto algunas especies debemos de dejarlas fuera.
     El porqué de estos valores ya lo he comentado en anteriores artículos, no obstante vuelvo a hacer un resumen de ello. Habitualmente, con una reserva alcalina inferior a 5-6, y sin adición de CO2, estos acuarios tienden a perder KH y por ende Ph generando situaciones complicadas si no somos muy asiduos en los cambios de agua o nuestra masa vegetal es muy alta, ¿por qué?. Esto porque una masa vegetal muy grande genera una gran cantidad de compuestos orgánicos que acidifican el agua (ácidos húmicos, tánicos…) y que reaccionarán contra el Kh convirtiendo el bicarbonato en ácido carbónico (H2CO3), paso previo a la obtención de CO2 que las plantas consumen, pero a costa de dejarnos sin efecto tampón en el agua y pudiendo provocar graves caídas del pH.
H2CO3------ CO2+H2O
     Por otro lado con el Ph por debajo del neutro todo fertilizante de fosfato soluble libera ortofosfatos lo cual provoca la precipitación de los fosfatos que tengamos disponibles, ya sean de Fe (hierro) o Al (aluminio) si nuestro suelo es ácido-neutro (caso de la gran mayoría de sustratos comerciales para plantas), o de los de calcio si nuestro suelo es alcalino (que no es nuestro caso). Además a un Ph de entorno a 6,5 se establece el punto óptimo de adsorción de PO4 por los óxidos de Fe y Aluminio o Ca y Mg presentes en el medio que lo hacen precipitar y quedar “secuestrado” en el sustrato lejos del alcance de nuestras plantas que necesitan tomarlo en forma de fosfato diácido o monoácido, y en acuarios de ´metabolismo lento´ no estamos para dejar escapar ni acumular nada en exceso. Recordar que el P es imprescindible en todos los procesos de transferencia de energía de la planta, que es vital para su crecimiento y desarrollo y que su ausencia provoca bajos índices de crecimiento, es decir hace que el acuario de la sensación de pararse. Por lo tanto, ¿Qué ventaja nos aporta utilizar agua neutro pero ligeramente alcalina?, Es sencillo, si entendemos lo que ocurre en un cambio de agua. Con un agua ligeramente dura, o dura, nosotros hemos de utilizar ácidos para reducir el pH y en consecuencia también el Kh. Cuando analizamos la reacción que se produce al combinar carbonato cálcico con, por ejemplo ácido sulfhídrico (común en muchos productos para bajar el pH)
CaCO3 + HCl ----------CaCl2 + H2O + CO2 
     Vemos que al reaccionar el carbonato de calcio con el ácido, se forma cloruro de calcio y ácido carbónico inestable que se descompone formando agua y CO2. El resultado de un mantenimiento en estas condiciones es la eliminación de lodos del fondo, la eliminación de fenoles, taninos y demás residuos y la aportación de agua nueva que aporta nutrientes y provoca que el sustrato reaccione con intercambios sustrato-columna de agua, liberando mas ´alimento´. Es decir unos valores un pelín altos nos ayudan a estabilizar el medio, a obtener CO2 disponible, a tener mayor tasa de nutrientes disponibles y a que no se nos precipiten tantos PO4 en el sustrato que puedan un día darnos un susto.


      Pues bien, bajo estas premisas, son muchas las plantas que son capaces de vivir. Otra cosa es que desarrollen todo sus potencial de color y tamaño, en ese caso hemos de decir que no, no todas las plantas desarrollan su máximo esplendor en condiciones de baja luminosidad, lo cual no significa que no prosperen adecuadamente.  Es más si elevamos nuestra iluminación a 0.5 w/litro manteniendo la misma química del agua, el ratio de plantas que podemos utilizar es aún mayor, y si además este ratio lo mantenemos en acuarios de poca altura (<30cm), entonces, incluso algunas plantas como la micranthemun umbrosum, hemianthus micranthemiodes, didiplis diandra, ludwigia arcuata etc. Son posibles de mantener en buenas condiciones de salud, color y crecimiento, aun en ausencia de CO2. Nuestro principal problema es que nos encabezonamos en las mismas 4 plantas que vemos en los acuarios de internet, sin darnos cuenta, que el abanico es mucho más amplio, por eso, y para demostrarlo pongo a continuación un listado de más de 100 plantas que pueden vivir en condiciones de low Tech, y que se puede aumentar, conforme pasemos de 0.25 a 0.5 w/litro o lleguemos a los 30 lm / litro.


lunes, 9 de mayo de 2016

Forest Low tech, un intento posible que no pude terminar.

     Muchos pensarían que es cosa del destino, que cuando pasan por tus manos tantos acuarios, alguno debe de dar problemas…. Esta es la historia de un intento de crear un aquascape tipo “Forest” bajo las premisas de mis low tech.
    Siempre me han parecido fascinantes, esos bosquecillos de troncos verticales, que no rectos, con bosque bajo rodeándolos y un fondo que tiende a perderse en el horizonte. Desde que en el año 2010 vi el acuario de Pavel Bautin ganador del IAPLC siempre he querido probar de realizar este tipo de diseño en un acuario low-tech (cabezota que es uno). Analizando el diseño siempre me ha parecido del todo factible, puesto que disponemos de plantas de pequeño tamaño como la Eleocharis párvula para reproducir las partes bajas. Disponemos de los musgos de la familia Taxiphyllum, tanto el Barbieri como el sp. Spiky para las zonas frondosas medias, los troncos y las copas de la zona más alejada. Disponemos de mas hepáticas como la Fontinalis antipyretica o la muy común Vesicularia dubyana que medran a la perfección en condiciones de baja luminosidad. Para las zonas medias contamos con plantas de hoja pequeña y mucho brillo para dar la sensación de ´setos compactos ´como pueden ser la Lindernia  y la Rotala rotundifolia, Plantas para rellenar espacio como la Marsilea hirsuta, plantas de porte pequeño y hoja redonda como las Anubias sp. Petite o las Bucephalandras…., vamos que no solo de Riccardia o Hemianthus C. Cuba vive el aquascaping. Con todo esto en la cabeza me propuse realizar un diseño sencillo utilizando material que tenía a mano. Empecé a mirar con detalle todos los acuarios digamos….´top ´ de los concursos para ver como se realizaban, y me puse manos a la obra para hacerlo, como diría Sinatra, “a mi manera”.

      Empecé a recabar el material que tenía por casa y me puse en funcionamiento. Primero una urna Blau 4528 con su filtro FM120. La urna tiene unas dimensiones fantásticas, la relación entre el largo y en ancho del acuario permite una profundidad aceptable. El filtro ya es otra cosa, El FM120 es a todas luces insuficiente para este volumen de acuario, aunque te lo vendan en el kit. No tiene ni volumen, ni caudal ni fuerza para mover los 37 litros brutos del este tanque, pero ya que lo tenía y que no pretendía meter peces, me resultaba mínimamente válido. Para este acuario utilice restos de sustrato Help que aun tenía por casa, sustrato que no volveré a comprar, es demasiado “ligero”, no llega a ser uniforme nunca, ni con el paso de los años, en cambio se desintegra con facilidad. Su función como sustrato nutritivo es buena, las Cryptocoryne, Sagittaria, Vallisneria, Lysimachia… crecen fuertes y con raíces bien marcadas, por lo que su parte como sustento la cumple. Otra cosa es intentar plantar tallos de Eleocharis, Marsilea, Hemianthus, Utricularia…. Aquí su poca consistencia es un problema, pues te obliga a replantar muchos tallos durante los primeros días, especialmente si es un acuario maduro en el que ya hay peces. El último tanque que he montado lleva Prosoil de Aquatic nature, y aunque es también relativamente “ligero”, es mucho más consistente que el Help.
     La iluminación corre a cargo de una luminaria Led, también de Blau, una Lumina nano, que teniendo en cuenta que muchas zonas altas quedarán cubiertas de Taxiphyllum, tiene un compromiso consumo, potencia y tamaño muy bueno.
  Con todo esto encima de la mesa me puse manos a la obra con el montaje, y para eso nada mejor que verlo en imágenes.

    La idea era realizar la parte final de una pequeña torrentera que salía de la espesura, así que empecé por delimitar la parte del final que llevaría el sustrato más claro y la zona donde el torrente empezaría a subir.


     Una vez delimitado el espacio tocaba empezar a Subir el suelo y colocar la base de la torrentera, al ir alejándonos, fui colocando cada vez rocas de tamaño más pequeño, para de esa forma ir acompañando la sensación de profundidad. Una vez acabada la base, la fui completando con lo que serían las piedras que simulan el curso interior.






     Una vez delimitada la zona del torrente (que debería de haber sido más alta), empecé a recrear las zonas laterales, usando la misma técnica que con las rocas. Alejando los troncos más finos conforme nos alejamos de la parte delantera. Al principio probé con raíces relativamente rectas y el efecto no me gustó nada, así que opté por estas otras. Para terminar complete los huecos con mas rocas para dar sensación de uniformidad en el conjunto y añadí sustrato hasta nivelarlo todo. La parte delantera la rellené de arena de sílice de 1 mm y lo completé con piedras de muy pequeño tamaño, que corresponderían a aquellas arrastradas por el torrente.





     A partir de ahí. Rellenar agua hasta los primeros 10 cm para comenzar a plantar y una vez plantado terminar de rellenar y ponerlo en marcha. Coloque muy poca cantidad de plantas, prefiero ir podando y colocando en los huecos según lo necesitase, ya que no tenía, ni tengo claro cómo evolucionan estos diseños.





   Como es normal, el diseño inicialmente queda pobre, carente de verde, pero todos sabemos que eso se arregla con paciencia y tiempo.
     El problema vino al séptimo día cuando por segunda vez en dos años, una urna Blau comienza a perderme agua desde el fondo. Han pasado por mis manos muchas urnas y esta son de las que peor acabado tienen en las uniones, y más después de haber visto sus gemelas Cocoon de la competencia. Hace poco me hice con una Cocoon 7 de Aquatic Nature (Junto con el sustrato Prosoil que antes os comentaba) con unas medidas similares 45x30x32cm, dos cm más ancha y dos cm más alta, que aun le da mayor sensación de profundidad. El cristal tiene un aspecto similar, pero donde se ve la diferencia es en la unión de los cristales, aquí si las pones juntas si se ve la diferencia, y es grande. El resultado es que he tenido que desmontar toda la urna para poder sellarla de Nuevo (que no están las cosas para andar tirando acuarios), y volveré a intentarlo.


     Soy consciente que no se suele hablar de intentos fallidos, de acuarios que no conseguimos sacarlos adelante, de acuarios que desmontamos porque no somos capaces de equilibrarlos etc., El fracaso está mal visto, pero esto también forma parte de nuestra pasión. Equivocarse es el camino para aprender y mejorar, conocer nuestros errores nos ayuda a no volver a cometerlos y si podemos ayudar a la afición enseñándolos, todos mejoraremos. Con este diseño aprendí que necesito dar más altura atrás, que no por colocar más madera consigues más efecto de profundidad, que las rocas demasiado blancas funcionan bien con luces de poca intensidad, y que los tallos de Propersinaca Palustris Cuba, empezaban a “tirar” en ausencia de CO2… muy interesante…., pero sobre todo, me divertí mucho, y de eso se trata. 

domingo, 8 de mayo de 2016

La química inicial del acuario, cuatro notas básicas, y algún porqué.

     Cuando alguien empieza en este apasionante mundo de los “peces”, nos asaltan con multitud de conceptos que a la gran mayoría de los mortales nos resultan por completo desconocidos. Nos hablan del ciclo del nitrógeno, del PH, del Kh, de los nitritos (NO2), de N, P, K y micronutrientes… y como es lógico nos perdemos. Unas semanas atrás, ya tocamos a lo largo de tres artículos todo lo referente al ciclo del nitrógeno, así que ahora nos toca otra parte de la química de agua.

     Cuando hablamos de la química del agua en el acuario nos referimos en realidad a muchísimos parámetros pero son muy pocos los que deberemos de entender para el día a día: El pH, Kh, Gh y el oxígeno (O2). Evidentemente podríamos analizar mas valores como el CO2, la cantidad de Cloro (Cl), Cobre (Cu), Zinc (Zn)..., o la conductividad, pero eso lo dejaremos para analizar cuando lleguemos al abonado.

     El PH es en la mayoría de comercios del ramo la primera cosa que nos nombran. por definición, es el valor que indica la concentración de iones de hidrógeno presentes en nuestra agua. Es un valor que oscila entre 0 y 14, siendo el cero el valor más ácido y el 14 el nivel más básico o alcalino. Para nosotros el valor a tener en cuenta es el 7, el neutro. Las aguas donde habitan nuestros peces, plantas e invertebrados de agua dulce oscilan entre los 5,5 de las aguas negras a los 8,5 de los lagos de la falla del Rift Valley, los valores por debajo de 4 o por encima 11 se consideran letales para la vida en general y el rango más productivo para los diferentes organismos está entre 6,5 y 9.0. Por debajo de 6,5, si bien es cierto que existen numerosas cuencas fluviales con ese tipo de agua, son aguas donde la reproducción celular es más costosa y por lo tanto más lenta para todos los organismos. Lo habitual es encontrarse entre 6,5 y 7,5, es decir, nuestro Ph será ligeramente ácido o ligeramente Alcalino. Este valor lo determinamos por medio de test o aparatos de medida.





     Los test son La manera más común de realizar la medición, son comercializados por prácticamente todas las marcas y aunque la precisión no es su fuerte, no suelen desviarse en exceso si usamos marcas reconocidas (Sera, Tetra, JBL, Seachem… son las más conocidas).
     La gran mayoría de las especies que vamos a mantener se van a encontrar, como ya hemos comentado antes, en un rango de un punto, es decir entre 6,5 y 7,5. Y aunque a priori nos puede parecer poco, las diferencias son importantes a nivel celular. El pH ejerce una fuerte influencia sobre la toxicidad de ciertos parámetros químicos como el amoniaco (NH3), que se torna más abundante en pH alcalino (por encima de 7) o el ácido sulfhídrico (H2S), que aumenta en pH ácido.



     Otro factor sobre el que afecta el pH es la solubilidad de muchos nutrientes. El pH alto influye en la disponibilidad de fósforo (P), pues en un medio básico, el P se asocia con el calcio (Ca) presente en el agua, mientras que al bajar el pH (medio ácido), el fósforo (P) se asocia con el Hierro (Fe) y el aluminio (Al), Además hemos de tener en cuenta que a un pH de 6,5 el fósforo (P) se encuentra libre y disponible para plantas y por supuesto algas. Esta “disponibilidad” del Fe y del P en función del pH nos será de gran importancia para entender los consumos de nutrientes de nuestro acuario especialmente a la hora de abonar en acuarios muy plantados y con mucho consumo.
     Además, el Ph del medio afecta en un proceso celular muy importante en organismos vivos que se denomina Homeostasis y que no es más que la propiedad que tiene un organismo-célula de mantener un equilibrio entre su organismo interno y el medio que le rodea, en este caso con el medio ácido o alcalino. Cuando miramos un libro o una ficha de alguna especie, en ella viene detallado el pH del medio en el que el pez se desarrolla, y es importante conocer y valorar ese dato por lo siguiente. En las especies de agua dura, con valores de pH de 8 y más, la concentración de sales en la sangre de los peces es inferior a la concentración de sales del agua. En esta situación el pez pierde continuamente agua para igualar las “presiones” externas e internas. Por este proceso el pez pierde pequeñas cantidades de orina y de sales, y así mantiene una concentración equilibrada entre sus líquidos corporales y el agua. Esto es mucho más exagerado en los peces de arrecife, donde la concentración de sales es evidentemente mucho mayor. En los peces de aguas ácidas, ocurre al revés, la concentración de sales en sangre es mayor que la del medio que le rodea. El pez absorbe agua continuamente y para no reventar, debe de expulsar grandes cantidades de agua a través de orina y branquias. ¿Qué ocurre cuando mezclamos la situación?, Cuando ponemos un pez de aguas duras en aguas blanda, el organismo se ve obligado a “beber” de manera continua y para no explotar se ve en la obligación de expulsarla también de manera continua, este es un proceso muy costoso energéticamente que debilita a un pez cuyo organismo no está acostumbrado. En el caso contrario, un pez de aguas ácidas pasarlo a aguas alcalinas, tenemos un organismo acostumbrado a “beber” continuamente en grandes cantidades, que de repente debe expulsar agua, provocándole graves problemas renales y como consecuencia debilitándolo. Ambos procesos son duros para los diferentes metabolismos, sin embargo, se dice que es menos dañino, someter a un pez de aguas blandas a una situación puntual de pH elevado, que a la inversa. No obstante siempre hemos de tener en cuenta que hablamos de un margen muy estrecho, de más o menos un punto. Se sabe que cambios de pH diarios de más de 0.2-0.3 puntos provocan fuerte stress en los animales. Particularmente siempre que he puesto animales de aguas duras, como pueden ser los poecilia shenops o los Maylandia, en aguas blandas, he tenido más problemas que con paracheirodon axelrodi a ph de 7,5-7,8.


      El kH o dureza temporal es el segundo de los valores a tener en cuenta y además estrechamente relacionado con el pH. El kH no es más que la capacidad que tiene el agua para mantener estable su pH cuando le añadimos un ácido o una base. Este valor mide la cantidad de carbonatos de Calcio (Ca) total del agua y se cuantifica mediante test comerciales, igual que ocurre con el pH. Este test está basado en una relación de equivalencia ácido-base. El líquido que contiene el test es un ácido mezclado con un colorante, el cual cambiara de color en el momento que alcancen el punto de equivalencia (momento en el que hay la misma cantidad de ácido que de base). Cada gota que hayamos echado corresponderá a un grado, siete gotas equivale a siete de kH. Sin entrar en profundidad el kH del agua está en el equilibrio entre el ácido carbónico (H2CO3) y el ion bicarbonato (HCO3-). Cuando por medio de la adición de un ácido conseguimos “romper “ esta barrera y bajar el pH, se produce un aumento de iones de hidrógeno H+ dando como resultado la emisión de CO2. En el caso contrario, cuando añadimos una base se produce una disminución de iones de hidrógeno Hdando lugar a la pérdida de CO2 del medio.
     Para nuestra tranquilidad, un valor entre 5 y 7 mantendrá el medio estable y solo deberíamos de bajar de esos valores en el caso de animales muy adaptados a medios ácidos con casi total ausencia de calcio (Ca) siendo muy conscientes del riesgo que esto supone y que por tanto hemos de aumentar nuestro control.


     El Gh, dureza total es la suma de todas las sales de calcio y magnesio del agua y el valor más común para medirlo son grados alemanes (DH) o las ppm de carbonato calcio (mg/l de CaCO3). Un grado equivale aproximadamente a 17,9 mg de carbonato de calcio CaCO3 y para la gran mayoría de los peces un Gh entre los 5 y los 20º DH no supone demasiado problema, aunque es cierto que la gran masa poblacional se encuentra en aguas blandas, con un Gh entre 5 y 10º. En mg/l consideramos un agua blanda por debajo de 150 mg/l y dura por encima de 500 mg/l. Como ya hemos dicho, esto afecta al equilibrio interno de los organismos, que deben de equilibrarse con el medio, por lo tanto, se debe de respetar los valores de referencia de cada especie para evitar problemas posteriores. Siempre, y como norma, hemos de recordar que aunque una especie puede habitar en un rango de valores muy amplio, toda especie tiene sus valores óptimos. Esto, en el funcionamiento normal de un acuario puede no dar síntoma alguno, pero sí que nos daremos cuenta el día que surja algún problema fruto de un patógeno, stress etc., donde los animales que no se encuentran cerca de sus valores óptimos, son más propensos a enfermar, empeorar con rapidez y a no responder de manera eficaz ante los tratamientos.
    















(Gurami chocolate y Aulonacara, dos ejemplos de habitantes de aguas muy blandas y muy duras)
     Otro valor a tener en cuenta, aunque no es necesario medirlo, pero si conocer, es el oxígeno (O2). En un acuario, a una temperatura de entre 24-26ºC el agua, bien saturada de O2 contiene una cantidad superior a los 8mg/ l, si bien, debido al consumo de peces y diversos organismos, la medición real debería de estar en torno a los 5-6mg/ litro. El dato a recordar aquí, es que hay dos factores que indicen en la capacidad de saturación de O2 del agua, La temperatura y la presión atmosférica. La presión atmosférica nos viene dada y contra ella nada podemos hacer salvo conocer que a mayor presión, mayor capacidad de O2 en saturación. Por el contrario, la temperatura si podemos controlarla, y funciona de manera inversa, más temperatura, menos concentración de O2 a saturación. De ambos valores, el que refleja una mayor importancia es la temperatura, pues pequeños cambios en esta si generan importantes cambios en la saturación del agua. Esto nos muestra por ejemplo, que cuando estamos utilizando medicamentos en el agua tenemos que airear al máximo la superficie del agua para provocar el mayor intercambio gaseoso posible y así asegurarnos que la cantidad de O2 disponible es suficiente. Se debe de saber, que cuando aplicamos un tratamiento, una de las primeras cosas que se hace es aumentar la temperatura, primero para activar el metabolismo de los peces, segundo para dañar a los patógenos, que por regla general no se encuentran a gusto en temperaturas de 30ºC o más y tercero a que los algunos medicamentos, podemos decir que “consumen” parte del O2 al hacer su trabajo. Como dato, decir que a lo largo de cursos fluviales, la saturación de O2 varía de más a menos. En las zonas de montaña, de aguas frías y rápidas una lectura de O2 nos dará valores cercanos a los 10mg/ lo más. Cuando nos acercamos a las zonas medias, de aguas de curso lento, esta lectura baja en torno a los 5mg/l o algo menos. Pero si nos acercamos a las aguas embalsadas, estas lecturas pueden bajar hasta los 2mg/l. Curiosamente, debido a esta realidad natural, las diferentes especies también está acostumbradas a determinadas tasas, así por ejemplo, una trucha común europea (Salmo Trutta), necesita al menos una saturación de 6.5-7mg/l de O2 para poder vivir, mientras que un siluro (Silurus glanis) puede medrar en tan solo 2mg/l.


     Como ya hemos dicho al principio, existen otros valores a tener en cuenta como son los fosfatos (PO4), la relación nitrógeno, fósforo, potasio (N, P, K), el Fe, los denominados micronutrientes , el azufre, cobre, manganeso, zinc, boro, molibdeno, vanadio, ….(S, Cu, Mn, Zn, B, Mo, V…) o conceptos como la conductividad del medio, pero todos estos los trataremos para hablar del abonado en acuarios plantados.

sábado, 30 de abril de 2016

El acuario low tech, el equilibrio de lo simple.

   Desde los inicios de esta afición, y ya han pasado siglos, una de las ramas de la acuariofilia ha tratado de recrear pequeños trozos de naturaleza dentro de urnas de cristal. Tratan de buscar las plantas y los peces, que sin necesidad de pertenecer al mismo biotopo natural, a esa misma zona de un rio o lago, si que pueden vivir bajo las mismas condiciones físico –químicas. Con el inicio del nuevo siglo, la acuariofilia ha sufrido un cambio radical. Las nuevas tecnologías se han puesto al alcance de todos gracias al trabajo de importadores y comercios, y la información fluye por la red de manera rápida y descontrolada. La aparición de mejores sistemas de filtración, calefacción/ refrigeración, sistemas UV-C, ozonificadores, luminarias, productos y alimentos han hecho que podamos mantener y reproducir con relativa facilidad, especies que antes eran “imposibles”. Pero si algo dividió la acuariofilia a finales-principios de siglo (hace solo 15-20 años), fue la democratización del CO2. El gran maestro Takashi Amano, y su trabajo Nature aquarium world puso al alcance del resto lo que él mismo denominó “nature aquarium” y que definió como “la recreación de un ecosistema que podemos encontrar en la naturaleza por medio del cultivo de plantas acuáticas para construir un entorno favorable dentro de un acuario donde poder mantener animales como peces y gambas junto con las plantas...”


(http://amanotakashi.net/portfolio/nature_aquarium/images/019.jpg)

   Este fenómeno, irrumpió con tanta fuerza en el mundo de la acuariofilia que desbancó a los demás modelos del primer puesto del ranking, dejándolo como punta de lanza de lo que la acuariofilia de agua dulce es capaz de hacer. Hasta ese momento, los Ducht aquarium o acuarios holandeses eran la cúspide en la creación de acuarios, pero en estos últimos años, la corriente denominada paisajismo acuático, apoyada por fuertes firmas comerciales, grandes dosis de marketing, y un grupo de seguidores muy activos han hecho de esta nueva tendencia, el modelo a seguir. No hay más que mirar los catálogos de cualquiera de las firmas comerciales que pueblan las estanterías de nuestros comercios para darse cuenta de que todas tienen en su catálogo productos exclusivos para paisajismo, pero no solo productos, sino que en muchos casos su imagen de empresa, las imágenes que utilizan para mostrarnos sus productos se referencian en este tipo de acuarios. Esto es algo normal, pues es innegable la belleza que desprenden estas creaciones y las marcas han visto un filón comercial en este segmento, hasta ahora inexistente.
   Marcas como la propia del maestro y precursor Takashi Amano (ADA- Aqua Design Amano) irrumpieron en el mercado con productos de una calidad exquisita, con un refinamiento y acabados dignos del mejor estilista y con el saber hacer durante siglos de una cultura como la japonesa (aunque con precios al alcance de pocos). Esta irrupción de marcas y marketing dividió lo que antes era la acuariofilia en dos, separó lo que antes conocíamos como acuarios comunitarios en dos nuevas categorías, a la nueva tendencia la denominaron HIGH TECH y a la tradicional LOW TECH, dejando a un lado a los tradicionales Acuarios holandeses que por su configuración ya estarían dentro de los que ahora denominamos High tech. Además generaron un halo de distinción que ha hecho que los denominados acuarios low tech queden relegados a acuarios para principiantes, aficionados de base y gente que no aspira a complicarse mucho, pero, veamos que hay de cierto.


(http://www.adana.co.jp/en/contents/gallery/index.html)

   Las diferencias entre ambos sistemas, Low tech - high tech son simples: Luz y CO2.

   High tech.

        -Alta demanda lumínica. Es decir, toda la luz que necesitemos, existen plantas con requerimientos muy altos, de 1 watio por litro y más (1w/l). Hay ciertas plantas que para poder desarrollarse y adquirir su coloración necesitan una gran cantidad de luz como por ejemplo la Hemianthus callitrichoides “cuba” o la Didiplis diandra.
        -CO2. Todas las plantas necesitan de su fuente de carbono, el CO2 es indispensable para el correcto desarrollo de las mismas, pero no todas lo toman en las mismas cantidades, por eso los sistemas high tech llevan sistemas presurizados de CO2, conectados a controladores de Ph para poder mantener niveles de 25mg/l e incluso mayores en disolución permanente.

   Low tech.
  • Baja demanda lumínica. Como siempre ha pasado, aunque esto está mejorando con los años, los kits de acuario que se ofrecen suelen tener un déficit importante en cuanto a iluminación se refiere para un saludable crecimiento vegetal, por eso, las plantas con bajos requerimientos lumínicos fueron las primeras en mantenerse con éxito, a día de hoy, consideramos un acuario low tech a aquellos que no superan los 0.5w/l, aunque lo normal es que ronden los 0.25w/l.
  • CO2. El que haya en disolución, aquí no se introduce de manera artificial, ya sea por medio de reactores, difusores o químicamente por medio de glutaraldehido.

   Tradicionalmente, la intensidad de la luz se medía en w/l. (watio por litro de agua), pero la aparición de nuevos sistemas de iluminación a base de LED ha hecho que este precepto sea cambiado por Lm/l, es decir lúmenes por litro de agua. El lumen es la unidad de medida de la potencia lumínica, y las nuevas tecnologías han conseguido aumentar la cantidad de Lm/w de las bombillas. Con esta modificación podríamos decir que un tanque high tech necesitaría una media de entre 60-70 y hasta 100lm/l. mientras un Low tech…, bueno, lo que tenga y nos apañamos aunque con menos de 10lm/l o 0.15w /l no vamos a ver nada….es decir menos de un fluorescente común T8 de 30w para un acuario de 200 litros o un 15w para un 100 litros.



   Teniendo en cuenta estos dos factores, Luz y CO2, el resto vienen marcados por ellos, haciendo un símil sencillo, pensemos en un acuario de 100 litros con 10 Cryptocoryne wendtii green de pequeño tamaño. La luz de nuestro acuario es como el acelerador de un coche, cuanto más pisamos el acelerador, mas corremos y el CO2 es como la gasolina, cuanto más corremos, más gasolina necesitamos. Por lo tanto en nuestro tanque de 100 litros, si aumentamos el CO2 sin aumentar la luz conseguiremos una pequeña mejora, pero si además aumentamos la luz, entonces notaremos la diferencia. En el caso inverso, si aumentamos la luz, conseguiremos una mejor respuesta de las plantas hasta que terminen con el CO2 existente…..luego deberemos de introducirlo o crearemos un desequilibrio importante. Pero en nuestro sistema, el de los “novatos” no vamos a utilizar ningún sistema para introducir CO2 de más.


   Equilibrio, lo acabo de nombrar y es la clave de todo acuario, da igual si con mucha o poca planta, da igual si con peces grandes o pequeños, muchos o pocos, mucha luz o ninguna…. En el puzle que es un ecosistema cerrado como el nuestro hemos de tener una relación entre lo que entra y lo que sale. Aquí ya vamos a hablar de acuarios plantados, vamos a dejar de lado los demás tipos y nos vamos a centrar en el “verde”. Como referencia voy a poner el acuario de portada de este blog, un acuario de tipo medio, con unas plantas saludables y un aspecto, al menos, aceptable.
   Se trata de un acuario estándar de 240 litros con las medidas convencionales, 120x40x50cm, sin tirantes. La filtración corre a cargo de un filtro Tetra EX700, de entrada ya digo que es un filtro insuficiente para este acuario, pese a que en sus especificaciones diga que soporta acuarios de hasta 250 litros. Tiene una capacidad de 6,6 litros y una bomba de 700 litros/ hora bastante reales, y que pierde poca fuerza al ir saturándose las masas filtrantes. Según este sistema de filtrado y con algo menos de 200 litros netos de acuario, me quedo en un escaso 3% de volumen filtrante y un movimiento de agua de unas 3,5 veces/hora, en el mejor de los casos. En este acuario no hay termostato alguno, la temperatura de la casa en invierno es estable a 22ºC y en verano, en torno a los 28ºC.
   La iluminación corre a cargo de una pantalla de LED/T8 casera que distribuye la luz por toda la superficie del tanque, compuesta por 14 bombillas LED tipo GU10 de 3 y 5 w (9 y 12 bombillas respectivamente de 6500ºK) y dos tubos fluorescente comunes de 36w y 6500ºK. El total de w es de 124W y unos 11800lm lo que da una relación de 0.5w/l ó si se prefiere 49lm/ l. La realidad es que los dos T8 están siempre apagados y no se usan por lo que el tanque se queda en unos raquíticos 52W y 5490lm…. Es decir, 0.21w/ l ó 22lm/ l. Ya vemos que el sistema es el común de un low tech, elementos sencillos con baja iluminación y sin CO2 añadido.


   En un Low Tech debemos de decidirnos por el Sustrato. Aquí hay diferentes escuelas, ya que tanto Diana Walstad en su libro “Ecology of planted aquarium” como el propio Tom Bar tienen opiniones encontradas al respecto. Particularmente siempre he defendido que el uso de sustratos nutritivos en acuarios del tipo low tech depende única y exclusivamente de la densidad de plantación que queramos tener y del tipo de plantas que pongamos. Un acuario rico en anubias, microsorium, bolbitis etc, puede estar muy densamente plantado, se adaptará sin problemas a las condiciones de un low tech…, pero no necesitaría sustrato nutritivo ya que sus plantas toman el alimento directamente de la columna de agua en su mayor parte. En cambio, un acuario muy poblado de cryptocorynes, echinodorus y similares necesitará de un sustrato lo suficientemente rico para poder alimentar tanto sistema radicular. En el caso que he puesto de ejemplo, se utilizaron 32 litros de sustrato nutritivo mezclados con 10 litros de grava de blanca de entre 5-6mm de espesor para aumentar el drenaje y dotarlo de algo más de naturalidad. Esto nos dio un espesor de sustrato que va de los 5-6cm delante a los 10cm en la zona trasera lo que es una suficiente cantidad de suelo para poder plantar sin dificultad cualquier tipo de planta. La idea de este acuario era que no se viese prácticamente un cm2 de suelo, debería de estar totalmente cubierto para poder estar terminado, y bajo esas premisas, sin aporte de CO2, con plantas de crecimiento rápido como la Lysimachia nummularia, la hygrophila polysperma, sagittaria teres o el propio Taxyphilum sp, el tener una columna de agua lo suficientemente rica en N, P, K, Fe y Trazas, especialmente en el arranque, supone trabajo de control de parámetros para calcular los consumos de nutrientes y no romper el equilibrio. Si tenemos en cuenta, que al final lo importante es que el sumatorio de elementos esté equilibrado, es más sencillo en un caso como este de importantes requerimientos que los nutrientes se distribuyan de manera eficaz desde el sustrato y no desde la columna de agua donde en un acuario en maduración, las algas casi siempre van a hacer acto de presencia. Con este tipo de plantas, al igual que ocurre en los acuarios tipo holandés, el incremento de la masa vegetal es muy considerable, ojo, hablo de crecimiento no de estiramiento. La distancia internodal es la que nos marcará cuanto de rápido se está multiplicando nuestra masa vegetal y por ende el consumo de nutrientes, especialmente de P, necesario para la formación celular y por lo tanto indispensable para en crecimiento. Arrancar un acuario Low tech, con una alta densidad de plantas de crecimiento rápido es, por un lado sencillo, dado que estas ayudaran a que no tengamos un exceso de nutrientes en la columna de agua, pero por otro lado complicado, puesto que buscamos un crecimiento compacto y real, no un alargamiento de las estructuras vegetales, y eso nos obliga a estar permanentemente añadiendo lo consumido. Durante las primeras semanas tendremos mucho trabajo hasta encontrar la rutina de abonado necesaria. Sé que para este precepto existen numerosas tablas y calculadoras donde calcular los valores de N, P y K que debemos de usar. Bien, estas tablas, pese a que son una herramienta de ayuda excelente para un primer cálculo, no son ninguna panacea. Me explico, ¿Todas las plantas consumen igual?, ¿Todas las plantas en los diferentes estadios de su crecimiento consumen igual? ¿Todas las plantas consumen la misma proporción de elementos desde la columna de agua y desde el sustrato?, ¿todas las plantas bajo diferentes condiciones lumínicas de color, intensidad y profundidad consumen igual?..., podría seguir pero creo que es innecesario. La respuesta es evidente, NO. Lo que sí es real, es que esas variaciones de consumo necesitan de una cantidad inicial de referencia, y para eso las tablas sí que nos son útiles. Una vez encontremos la rutina de consumo, que en un low tech es muy baja, mantenerla en el tiempo nos será muy sencillo.


   Alguien en este punto podría decir que un acuario low tech no tendría porque tener adiciones de nutrientes de manera tan seguida, en el caso del acuario de modelo, cada 3-4 días se debían de introducir PO4, ya que estos bajaban a 0mg/ l. con mucha facilidad y la tasa de NO3 se mantenía un poco por encima de 10mg/l. Aquí lo que tenemos que desterrar es el mito creado sobre los Low tech. Un acuario Low tech no es solo un acuario con cuatro plantas puestas de cualquier manera, o dos plantitas dejadas crecer de manera salvaje. Estos acuarios pueden ser exuberantes, y con diseños muy similares a los nature aquarium que estamos acostumbrados a ver. Aquí, la diferencia está en algunos tipos de plantas que usamos y en el tiempo que tardamos en conseguir ese efecto. Os animo a seguir este post de George farmer en Ukaps, donde muestra este tanque.


(http://www.ukaps.org/forum/threads/my-best-low-tech-scape-so-far.38709/page-2)

   La elección de un sustrato para un acuario de este tipo yo la fundamentaría en dos pilares: Qué tipo de plantas vamos a poner y cuantas vamos a poner.
  • Si tenemos claro que vamos a poner mucha cantidad de planta, tanta como para casi no ver el suelo, entonces sustrato nutritivo.
  • Si vamos a colocar plantas que absorben nutrientes por la raíz en buen número (Cryptocorynes, echinodorus, etc…), entonces sustrato nutritivo.
  • Si vamos a colocar poca plantación, con amplias zonas abiertas y escondites de piedra o madera, entonces sustrato inerte.
  • Si vamos a colocar mucha planta pero la mayoría son plantas que no se fijan en el sustrato como Anubias, Microsorium, Bucephalandras, Taxyphillum, Vesicularia… entonces sustrato inerte.
  • Si nos encontramos en un caso intermedio, nosotros debemos de valorar la situación, y quizás sea necesario el uso de sustratos nutritivos en pequeñas zonas destinadas a determinadas plantas colocando sustrato inerte en el resto.
   De todas formas debemos de tener en cuenta que todas estas decisiones serán importantes durante los primeros 6 meses de vida del acuario, después el sustrato, sea cual sea ya contará con nutrientes y colonia bacteriana suficiente para el correcto funcionamiento del acuario, es más tras el primer año de vida, el sustrato inerte es más sencillo de controlar y “resetear” que un sustrato nutritivo.
Una vez ya tenemos decidido nuestro hardscape (sustrato, piedras, troncos…), y sabemos que plantas queremos poner y donde las vamos a poner, no hay más que ponernos a montar el acuario, plantarlo, llenarlo de agua y empezar a funcionar. Aquí no voy a detenerme en explicar que plantas son aptas o como debemos de plantarlo, eso lo dejaremos para la próxima vez.
   El mantenimiento que yo aplico a estos acuarios al inicio, es seguro algo diferente de lo que la gente suele hacer con estos acuarios más sencillos. Durante las primeras cuatro semanas mantengo unas fuertes rutinas de cambio de agua a fin de evitar las primeras explosiones de algas y controlar así los nutrientes en exceso, distribuyéndolo de la siguiente manera:
   -Durante los primeros 10 días hago cambios de un 40-50% cada dos. Es decir cambio agua los días 2-4-6-8 y 10.
   -Después hago otros 3 ó 4 cambios de agua cada tres días, es decir, los días 13-16 y 19.
   -Por último otros dos o tres cada cuatro días. Los días 23-26 y 29.
Esto como veis suele prolongarse durante el primer mes y algo del segundo si tengo que alargarlo. A partir de ese momento cambios de un 30-40% semanal aspirando la superficie del fondo de manera superficial para retirar todo el sedimento que pueda, limpiando los cristales, retirando hojas muertas, podando etc. Durante este tiempo ya habrán empezado los problemas con las algas, especialmente a partir de la segunda semana, pero corrigiendo la cantidad de N o P que introducimos con los cambios de agua, corregimos parcialmente la descompensación. Por regla general, la aparición de algas punto viene referenciada por una cantidad excesiva de NO3 y las filamentosas verdes por una excesiva de PO4. Aumentando los valores de NO3 y PO4 en función de lo que esté pasando en el tanque, llegamos durante ese mes a poder compensar la deficiencia y aprendemos la rutina correcta de abonado de nuestro pequeño ecosistema. Por cierto, las trazas y el Fe no los introduzco durante los dos primeros meses, primero porque los sustratos nutritivos ya vienen cargados de esos elementos y después por que con tanto cambio de agua muchos de ellos, sino todos, son introducidos, especialmente en mi caso que trabajo directamente con agua de red muy dura. En el caso de utilizar sustratos inertes, tampoco introduzco Fe ni trazas. Como “truco, se puede utilizar una pequeña planta de Pistia Stratiotes. Esta flotante es muy sensible a la falta de Fe y trazas en el agua y en ausencia de estos elementos muestra por una fuerte clorosis muy clara, amarilleando las hojas y manteniendo las nervaduras de un verde intenso.


   Si nos damos cuenta, la forma de trabajo dista poco de la que se usa a la hora de lanzar un acuario High tech, de hecho, yo sigo prácticamente el mismo sistema, la diferencia está en la cantidad de abonado y en el ritmo de crecimiento de las plantas.
   Durante toda la vida del tanque, uso el agua de la red, muy dura, así que tengo que corregir el Ph y el Kh en cada cambio de agua. La corrección la hago por medio de Ácido orto fosfórico y clorhídrico, en función de cómo vea que evoluciona el acuario y de la necesidad de P, dejando los valores de funcionamiento entorno a 7.0-7.2 de Ph y 5-6 de Kh. (el TDS, he llegado a ver lecturas de más de 900ppm, pero de media ronda los 600ppm). Habitualmente, con una reserva alcalina inferior, y sin adición de CO2, estos acuarios tienden a perder KH y por ende Ph generando situaciones complicadas, ¿por qué?. Esto es debido a que una masa vegetal muy grande genera una gran cantidad de compuestos orgánicos que acidifican el agua (ácidos húmicos, tánicos…) que reaccionarán con el Kh convirtiendo el bicarbonato en ácido carbónico (H2CO3), paso previo a la obtención de CO2 que las plantas de nuevo consumen, pero a costa de dejarnos sin Tampón en el agua y pudiendo provocar graves caídas del Ph.
H2CO3------ CO2+H2O
   Por otro lado con el Ph por debajo del neutro todo fertilizante de fosfato soluble libera ortofosfatos lo cual provoca la precipitación de los fosfatos que tengamos disponibles, ya sean de Fe o Al si nuestro suelo es ácido-neutro (caso de la gran mayoría de sustratos comerciales para plantas), o de los de calcio si nuestro suelo es alcalino ( que no es nuestro caso). Además a un Ph de entorno a 6,5 se establece el punto óptimo de adsorción de PO4 por los óxidos de Fe y Aluminio o Ca y Mg presentes en el medio que lo hacen precipitar y quedar “secuestrado” en el sustrato lejos del alcance de nuestras plantas que necesitan tomarlo en forma de fosfato diácido o monoácido. Recordar que el P es imprescindible en todos los procesos de transferencia de energía de la planta, que es vital para su crecimiento y desarrollo y que su ausencia provoca bajos índices de crecimiento, es decir hace que el acuario de la sensación de pararse. Este suele ser un síntoma muy visible en los acuarios high tech nuevos, donde un tipo de clorophyta unicelular fija como las algas punto suelen aparecer.
Por lo tanto, ¿Qué ventaja me aporta utilizar agua tan dura?, Es sencillo, yo cuento con un agua de dureza muy alta, con valores de Ph por encima de 8 y Kh de 9-10 cuando analizamos la reacción que se produce al combinar carbonato cálcico con ácido clorhídrico
CaCO3 + HCl ----------CaCl2 + H2O + CO2 
   vemos que al reaccionar el carbonato de calcio con un ácido como es el caso del HCl, se forma cloruro de calcio y ácido carbónico que es inestable y se descompone formando agua y CO2.  Hemos de tener en cuenta que este CO2 está 100% disuelto, y por tanto es totalmente efectivo. El resultado es un acuario burbujeante tras cada cambio de agua con saturación de CO2, al que se le han eliminado lodos del fondo y se han aportado gran cantidad de nutrientes tanto por el abonado, como por el agua nueva y el intercambio sustrato-columna de agua. Además el Kh a esos valores actúa de tampón evitando el descenso del Ph por la acción de conversión de bicarbonato en ácido carbónico.
Por último solo quedaría el tema de la longevidad, algo muy comprometido en estos tiempos de velocidad vertiginosa. Un acuario Low tech tarda en torno a un año en estar “maduro”, y si obramos con cabeza en la poda y entresacado de plantas evitando la formación de una jungla, podremos disfrutar de él hasta que la saturación del sustrato, tanto química, como por el volumen de raíces nos llegue. Este proceso puede tardar varios años si tenemos cuidado de no sobre abonar y hacemos los cambios de agua pertinentes, aunque ya sabemos que en esta época de concursos, un acuario plantado, estable, y sano con más de un año es una rareza de la que su dueño puede sentirse muy orgulloso.

   Los acuarios Low tech son una gran opción que bien llevada nada tiene que envidiar a las grades creaciones que estamos acostumbrados a ver, y debemos de desterrar de una vez por todas la idea de que se trata de acuarios “fáciles” y para principiantes: En este hobby, la dificultad te la marcas tú, no las modas y el no usar CO2, ni grandes luminarias no te prohíbe disfrutar de acuarios naturales de indudable valor y belleza.