Desde
los inicios de esta afición, y ya han pasado siglos, una de las
ramas de la acuariofilia ha tratado de recrear pequeños trozos de
naturaleza dentro de urnas de cristal. Tratan de buscar las plantas y
los peces, que sin necesidad de pertenecer al mismo biotopo natural,
a esa misma zona de un rio o lago, si que pueden vivir bajo las
mismas condiciones físico –químicas. Con el inicio del nuevo
siglo, la acuariofilia ha sufrido un cambio radical. Las nuevas
tecnologías se han puesto al alcance de todos gracias al trabajo de
importadores y comercios, y la información fluye por la red de
manera rápida y descontrolada. La aparición de mejores sistemas de
filtración, calefacción/ refrigeración, sistemas UV-C,
ozonificadores, luminarias, productos y alimentos han hecho que
podamos mantener y reproducir con relativa facilidad, especies que
antes eran “imposibles”. Pero si algo dividió la acuariofilia a
finales-principios de siglo (hace solo 15-20 años), fue la
democratización del CO2. El gran maestro Takashi
Amano, y su
trabajo Nature
aquarium world
puso al alcance del resto lo que él mismo denominó “nature
aquarium” y
que definió como “la
recreación de un ecosistema que podemos encontrar en la naturaleza
por medio del cultivo de plantas acuáticas para construir un entorno
favorable dentro de un acuario donde poder mantener animales como
peces y gambas junto con las plantas...”
(http://amanotakashi.net/portfolio/nature_aquarium/images/019.jpg)
Este
fenómeno, irrumpió con tanta fuerza en el mundo de la acuariofilia
que desbancó a los demás modelos del primer puesto del ranking,
dejándolo como punta de lanza de lo que la acuariofilia de agua
dulce es capaz de hacer. Hasta ese momento, los Ducht
aquarium o
acuarios holandeses eran la cúspide en la creación de acuarios,
pero en estos últimos años, la corriente denominada paisajismo
acuático, apoyada por fuertes firmas comerciales, grandes dosis de
marketing, y un grupo de seguidores muy activos han hecho de esta
nueva tendencia, el modelo a seguir. No hay más que mirar los
catálogos de cualquiera de las firmas comerciales que pueblan las
estanterías de nuestros comercios para darse cuenta de que todas
tienen en su catálogo productos exclusivos para paisajismo, pero no
solo productos, sino que en muchos casos su imagen de empresa, las
imágenes que utilizan para mostrarnos sus productos se referencian
en este tipo de acuarios. Esto es algo normal, pues es innegable la
belleza que desprenden estas creaciones y las marcas han visto un
filón comercial en este segmento, hasta ahora inexistente.
Marcas como la propia del maestro y precursor Takashi
Amano (ADA- Aqua
Design Amano) irrumpieron en el mercado con productos de una calidad
exquisita, con un refinamiento y acabados dignos del mejor estilista
y con el saber hacer durante siglos de una cultura como la japonesa
(aunque con precios al alcance de pocos). Esta irrupción de marcas y
marketing dividió lo que antes era la acuariofilia en dos, separó
lo que antes conocíamos como acuarios comunitarios en dos nuevas
categorías, a la nueva tendencia la denominaron HIGH TECH y a la
tradicional LOW TECH, dejando a un lado a los tradicionales Acuarios
holandeses que por su configuración ya estarían dentro de los que
ahora denominamos High tech. Además generaron un halo de distinción
que ha hecho que los denominados acuarios low tech queden relegados a
acuarios para principiantes, aficionados de base y gente que no
aspira a complicarse mucho, pero, veamos que hay de cierto.
(http://www.adana.co.jp/en/contents/gallery/index.html)
Las
diferencias entre ambos sistemas, Low tech - high tech son simples:
Luz y CO2.
High
tech.
-Alta
demanda lumínica.
Es decir, toda la luz que necesitemos, existen plantas con
requerimientos muy altos, de 1 watio por litro y más (1w/l). Hay
ciertas plantas que para poder desarrollarse y adquirir su coloración
necesitan una gran cantidad de luz como por ejemplo la Hemianthus
callitrichoides
“cuba” o la Didiplis
diandra.
-CO2.
Todas las plantas necesitan de su fuente de carbono, el CO2 es
indispensable para el correcto desarrollo de las mismas, pero no
todas lo toman en las mismas cantidades, por eso los sistemas high
tech llevan sistemas presurizados de CO2, conectados a controladores
de Ph para poder mantener niveles de 25mg/l e incluso mayores en
disolución permanente.
Low
tech.
- Baja demanda lumínica. Como siempre ha pasado, aunque esto está mejorando con los años, los kits de acuario que se ofrecen suelen tener un déficit importante en cuanto a iluminación se refiere para un saludable crecimiento vegetal, por eso, las plantas con bajos requerimientos lumínicos fueron las primeras en mantenerse con éxito, a día de hoy, consideramos un acuario low tech a aquellos que no superan los 0.5w/l, aunque lo normal es que ronden los 0.25w/l.
- CO2. El que haya en disolución, aquí no se introduce de manera artificial, ya sea por medio de reactores, difusores o químicamente por medio de glutaraldehido.
Tradicionalmente, la intensidad de la luz se medía en
w/l. (watio por litro de agua), pero la aparición de nuevos sistemas
de iluminación a base de LED ha hecho que este precepto sea cambiado
por Lm/l, es decir lúmenes por litro de agua. El lumen es la unidad
de medida de la potencia lumínica, y las nuevas tecnologías han
conseguido aumentar la cantidad de Lm/w de las bombillas. Con esta
modificación podríamos decir que un tanque high tech necesitaría
una media de entre 60-70 y hasta 100lm/l. mientras un Low tech…,
bueno, lo que tenga y nos apañamos aunque con menos de 10lm/l o
0.15w /l no vamos a ver nada….es decir menos de un fluorescente
común T8 de 30w para un acuario de 200 litros o un 15w para un 100
litros.
Teniendo en cuenta estos dos factores, Luz y CO2, el
resto vienen marcados por ellos, haciendo un símil sencillo,
pensemos en un acuario de 100 litros con 10 Cryptocoryne
wendtii green de
pequeño tamaño. La luz de nuestro acuario es como el acelerador de
un coche, cuanto más pisamos el acelerador, mas corremos y el CO2 es
como la gasolina, cuanto más corremos, más gasolina necesitamos.
Por lo tanto en nuestro tanque de 100 litros, si aumentamos el CO2
sin aumentar la luz conseguiremos una pequeña mejora, pero si además
aumentamos la luz, entonces notaremos la diferencia. En el caso
inverso, si aumentamos la luz, conseguiremos una mejor respuesta de
las plantas hasta que terminen con el CO2 existente…..luego
deberemos de introducirlo o crearemos un desequilibrio importante.
Pero en nuestro sistema, el de los “novatos” no vamos a utilizar
ningún sistema para introducir CO2 de más.
Equilibrio, lo acabo de nombrar y es la clave de todo
acuario, da igual si con mucha o poca planta, da igual si con peces
grandes o pequeños, muchos o pocos, mucha luz o ninguna…. En el
puzle que es un ecosistema cerrado como el nuestro hemos de tener una
relación entre lo que entra y lo que sale. Aquí ya vamos a hablar
de acuarios plantados, vamos a dejar de lado los demás tipos y nos
vamos a centrar en el “verde”. Como referencia voy a poner el
acuario de portada de este blog, un acuario de tipo medio, con unas
plantas saludables y un aspecto, al menos, aceptable.
Se trata de un
acuario estándar de 240 litros con las medidas convencionales,
120x40x50cm, sin tirantes. La filtración corre a cargo de un filtro
Tetra EX700, de entrada ya digo que es un filtro insuficiente para
este acuario, pese a que en sus especificaciones diga que soporta
acuarios de hasta 250 litros. Tiene una capacidad de 6,6 litros y una
bomba de 700 litros/ hora bastante reales, y que pierde poca fuerza
al ir saturándose las masas filtrantes. Según este sistema de
filtrado y con algo menos de 200 litros netos de acuario, me quedo en
un escaso 3% de volumen filtrante y un movimiento de agua de unas 3,5
veces/hora, en el mejor de los casos. En este acuario no hay
termostato alguno, la temperatura de la casa en invierno es estable a
22ºC y en verano, en torno a los 28ºC.
La iluminación
corre a cargo de una pantalla de LED/T8 casera que distribuye la luz
por toda la superficie del tanque, compuesta por 14 bombillas LED
tipo GU10 de 3 y 5 w (9 y 12 bombillas respectivamente de 6500ºK) y
dos tubos fluorescente comunes de 36w y 6500ºK. El total de w es de
124W y unos 11800lm lo que da una relación de 0.5w/l ó si se
prefiere 49lm/ l. La realidad es que los dos T8 están siempre
apagados y no se usan por lo que el tanque se queda en unos
raquíticos 52W y 5490lm…. Es decir, 0.21w/ l ó 22lm/ l. Ya
vemos que el sistema es el común de un low tech, elementos sencillos
con baja iluminación y sin CO2 añadido.
En un Low Tech debemos de
decidirnos por el Sustrato. Aquí hay diferentes escuelas, ya que
tanto Diana Walstad en su libro “Ecology of planted
aquarium” como el propio Tom Bar tienen
opiniones encontradas al respecto. Particularmente siempre he
defendido que el uso de sustratos nutritivos en acuarios del tipo low
tech depende única y exclusivamente de la densidad de plantación
que queramos tener y del tipo de plantas que pongamos. Un acuario
rico en anubias, microsorium, bolbitis
etc, puede estar muy densamente plantado, se adaptará sin problemas
a las condiciones de un low tech…, pero no necesitaría sustrato
nutritivo ya que sus plantas toman el alimento directamente de la
columna de agua en su mayor parte. En cambio, un acuario muy poblado
de cryptocorynes, echinodorus
y similares necesitará de un sustrato lo suficientemente rico para
poder alimentar tanto sistema radicular. En el caso que he puesto de
ejemplo, se utilizaron 32 litros de sustrato nutritivo mezclados con
10 litros de grava de blanca de entre 5-6mm de espesor para aumentar
el drenaje y dotarlo de algo más de naturalidad. Esto nos dio un
espesor de sustrato que va de los 5-6cm delante a los 10cm en la zona
trasera lo que es una suficiente cantidad de suelo para poder plantar
sin dificultad cualquier tipo de planta. La idea de este acuario era
que no se viese prácticamente un cm2 de suelo, debería de estar
totalmente cubierto para poder estar terminado, y bajo esas premisas,
sin aporte de CO2, con plantas de crecimiento rápido como la
Lysimachia nummularia,
la hygrophila polysperma,
sagittaria teres o el
propio Taxyphilum sp,
el tener una columna de agua lo suficientemente rica en N, P, K, Fe y
Trazas, especialmente en el arranque, supone trabajo de control de
parámetros para calcular los consumos de nutrientes y no romper el
equilibrio. Si tenemos en cuenta, que al final lo importante es que
el sumatorio de elementos esté equilibrado, es más sencillo en un
caso como este de importantes requerimientos que los nutrientes se
distribuyan de manera eficaz desde el sustrato y no desde la columna
de agua donde en un acuario en maduración, las algas casi siempre
van a hacer acto de presencia. Con este tipo de plantas, al igual que
ocurre en los acuarios tipo holandés, el incremento de la masa
vegetal es muy considerable, ojo, hablo de crecimiento no de
estiramiento. La distancia internodal es la que nos marcará cuanto
de rápido se está multiplicando nuestra masa vegetal y por ende el
consumo de nutrientes, especialmente de P, necesario para la
formación celular y por lo tanto indispensable para en crecimiento.
Arrancar un acuario Low tech, con una alta densidad de plantas de
crecimiento rápido es, por un lado sencillo, dado que estas ayudaran
a que no tengamos un exceso de nutrientes en la columna de agua, pero
por otro lado complicado, puesto que buscamos un crecimiento compacto
y real, no un alargamiento de las estructuras vegetales, y eso nos
obliga a estar permanentemente añadiendo lo consumido. Durante las
primeras semanas tendremos mucho trabajo hasta encontrar la rutina de
abonado necesaria. Sé que para este precepto existen numerosas
tablas y calculadoras donde calcular los valores de N, P y K que
debemos de usar. Bien, estas tablas, pese a que son una herramienta
de ayuda excelente para un primer cálculo, no son ninguna panacea.
Me explico, ¿Todas las plantas consumen igual?, ¿Todas las plantas
en los diferentes estadios de su crecimiento consumen igual? ¿Todas
las plantas consumen la misma proporción de elementos desde la
columna de agua y desde el sustrato?, ¿todas las plantas bajo
diferentes condiciones lumínicas de color, intensidad y profundidad
consumen igual?..., podría seguir pero creo que es innecesario. La
respuesta es evidente, NO. Lo que sí es real, es que esas
variaciones de consumo necesitan de una cantidad inicial de
referencia, y para eso las tablas sí que nos son útiles. Una vez
encontremos la rutina de consumo, que en un low tech es muy baja,
mantenerla en el tiempo nos será muy sencillo.
Alguien en
este punto podría decir que un acuario low tech no tendría porque
tener adiciones de nutrientes de manera tan seguida, en el caso del
acuario de modelo, cada 3-4 días se debían de introducir PO4, ya
que estos bajaban a 0mg/ l. con mucha facilidad y la tasa de NO3 se
mantenía un poco por encima de 10mg/l. Aquí lo que tenemos que
desterrar es el mito creado sobre los Low tech. Un acuario Low tech
no es solo un acuario con cuatro plantas puestas de cualquier manera,
o dos plantitas dejadas crecer de manera salvaje. Estos acuarios
pueden ser exuberantes, y con diseños muy similares a los nature
aquarium que estamos acostumbrados a ver.
Aquí, la diferencia está en algunos tipos de plantas que usamos y
en el tiempo que tardamos en conseguir ese efecto. Os animo a seguir
este post de George farmer en Ukaps, donde muestra este tanque.
(http://www.ukaps.org/forum/threads/my-best-low-tech-scape-so-far.38709/page-2)
La
elección de un sustrato para un acuario de este tipo yo la
fundamentaría en dos pilares: Qué tipo de plantas vamos a poner y
cuantas vamos a poner.
- Si tenemos claro que vamos a poner mucha cantidad de planta, tanta como para casi no ver el suelo, entonces sustrato nutritivo.
- Si vamos a colocar plantas que absorben nutrientes por la raíz en buen número (Cryptocorynes, echinodorus, etc…), entonces sustrato nutritivo.
- Si vamos a colocar poca plantación, con amplias zonas abiertas y escondites de piedra o madera, entonces sustrato inerte.
- Si vamos a colocar mucha planta pero la mayoría son plantas que no se fijan en el sustrato como Anubias, Microsorium, Bucephalandras, Taxyphillum, Vesicularia… entonces sustrato inerte.
- Si nos encontramos en un caso intermedio, nosotros debemos de valorar la situación, y quizás sea necesario el uso de sustratos nutritivos en pequeñas zonas destinadas a determinadas plantas colocando sustrato inerte en el resto.
De
todas formas debemos de tener en cuenta que todas estas decisiones
serán importantes durante los primeros 6 meses de vida del acuario,
después el sustrato, sea cual sea ya contará con nutrientes y
colonia bacteriana suficiente para el correcto funcionamiento del
acuario, es más tras el primer año de vida, el sustrato inerte es
más sencillo de controlar y “resetear” que un sustrato
nutritivo.
Una
vez ya tenemos decidido nuestro hardscape (sustrato, piedras,
troncos…), y sabemos que plantas queremos poner y donde las vamos a
poner, no hay más que ponernos a montar el acuario, plantarlo,
llenarlo de agua y empezar a funcionar. Aquí no voy a detenerme en
explicar que plantas son aptas o como debemos de plantarlo, eso lo
dejaremos para la próxima vez.
El
mantenimiento que yo aplico a estos acuarios al inicio, es seguro
algo diferente de lo que la gente suele hacer con estos acuarios más
sencillos. Durante las primeras cuatro semanas mantengo unas fuertes
rutinas de cambio de agua a fin de evitar las primeras explosiones de
algas y controlar así los nutrientes en exceso, distribuyéndolo de
la siguiente manera:
-Durante
los primeros 10 días hago cambios de un 40-50% cada dos. Es decir
cambio agua los días 2-4-6-8 y 10.
-Después
hago otros 3 ó 4 cambios de agua cada tres días, es decir, los días
13-16 y 19.
-Por
último otros dos o tres cada cuatro días. Los días 23-26 y 29.
Esto
como veis suele prolongarse durante el primer mes y algo del segundo
si tengo que alargarlo. A partir de ese momento cambios de un 30-40%
semanal aspirando la superficie del fondo de manera superficial para
retirar todo el sedimento que pueda, limpiando los cristales,
retirando hojas muertas, podando etc. Durante este tiempo ya habrán
empezado los problemas con las algas, especialmente a partir de la
segunda semana, pero corrigiendo la cantidad de N o P que
introducimos con los cambios de agua, corregimos parcialmente la
descompensación. Por regla general, la aparición de algas punto
viene referenciada por una cantidad excesiva de NO3 y las
filamentosas verdes por una excesiva de PO4. Aumentando los valores
de NO3 y PO4 en función de lo que esté pasando en el tanque,
llegamos durante ese mes a poder compensar la deficiencia y
aprendemos la rutina correcta de abonado de nuestro pequeño
ecosistema. Por cierto, las trazas y el Fe no los introduzco durante
los dos primeros meses, primero porque los sustratos nutritivos ya
vienen cargados de esos elementos y después por que con tanto cambio
de agua muchos de ellos, sino todos, son introducidos, especialmente
en mi caso que trabajo directamente con agua de red muy dura. En el
caso de utilizar sustratos inertes, tampoco introduzco Fe ni trazas.
Como “truco, se puede utilizar una pequeña planta de Pistia
Stratiotes. Esta
flotante es muy sensible a la falta de Fe y trazas en el agua y en
ausencia de estos elementos muestra por una fuerte clorosis muy
clara, amarilleando las hojas y manteniendo las nervaduras de un
verde intenso.
Si
nos damos cuenta, la forma de trabajo dista poco de la que se usa a
la hora de lanzar un acuario High tech, de hecho, yo sigo
prácticamente el mismo sistema, la diferencia está en la cantidad
de abonado y en el ritmo de crecimiento de las plantas.
Durante toda la vida del tanque, uso el agua de la red,
muy dura, así que tengo que corregir el Ph y el Kh en cada cambio
de agua. La corrección la hago por medio de Ácido orto fosfórico y
clorhídrico, en función de cómo vea que evoluciona el acuario y de
la necesidad de P, dejando los valores de funcionamiento entorno a
7.0-7.2 de Ph y 5-6 de Kh. (el TDS, he llegado a ver lecturas de más
de 900ppm, pero de media ronda los 600ppm). Habitualmente, con una
reserva alcalina inferior, y sin adición de CO2,
estos acuarios tienden a perder KH y por ende Ph generando
situaciones complicadas, ¿por qué?. Esto es debido a que una masa
vegetal muy grande genera una gran cantidad de
compuestos orgánicos
que acidifican el agua (ácidos húmicos, tánicos…) que
reaccionarán con el Kh convirtiendo el bicarbonato en ácido
carbónico (H2CO3),
paso previo a la obtención de CO2 que las plantas de nuevo consumen,
pero a costa de dejarnos sin Tampón en el agua y pudiendo provocar
graves caídas del Ph.
H2CO3------
CO2+H2O
Por
otro lado con el Ph por debajo del neutro todo fertilizante de
fosfato soluble libera ortofosfatos lo cual provoca la precipitación
de los fosfatos que tengamos disponibles, ya sean de Fe o Al si
nuestro suelo es ácido-neutro (caso de la gran mayoría de sustratos
comerciales para plantas), o de los de calcio si nuestro suelo es
alcalino ( que no es nuestro caso). Además a un Ph de entorno a 6,5
se establece el punto óptimo de adsorción de PO4 por los óxidos de
Fe y Aluminio o Ca y Mg presentes en el medio que lo hacen precipitar
y quedar “secuestrado” en el sustrato lejos del alcance de
nuestras plantas que necesitan tomarlo en forma de fosfato diácido o
monoácido. Recordar que el P es imprescindible en todos los procesos
de transferencia de energía de la planta, que es vital para su
crecimiento y desarrollo y que su ausencia provoca bajos índices de
crecimiento, es decir hace que el acuario de la sensación de
pararse. Este suele ser un síntoma muy visible en los acuarios high
tech nuevos, donde un tipo de clorophyta unicelular fija como las
algas punto suelen aparecer.
Por
lo tanto, ¿Qué ventaja me aporta utilizar agua tan dura?, Es
sencillo, yo cuento con un agua de dureza muy alta, con valores de Ph
por encima de 8 y Kh de 9-10 cuando analizamos la reacción que se
produce al combinar carbonato cálcico con ácido clorhídrico
CaCO3 + HCl
----------CaCl2 + H2O + CO2
vemos que al reaccionar el carbonato
de calcio con un ácido como es el caso del HCl, se forma cloruro de
calcio y ácido carbónico que es inestable y se descompone formando
agua y CO2. Hemos de tener en cuenta que este CO2 está 100%
disuelto, y por tanto es totalmente efectivo. El resultado es un
acuario burbujeante tras cada cambio de agua con saturación de CO2,
al que se le han eliminado lodos del fondo y se han aportado gran
cantidad de nutrientes tanto por el abonado, como por el agua nueva y
el intercambio sustrato-columna de agua. Además el Kh a esos valores
actúa de tampón evitando el descenso del Ph por la acción de
conversión de bicarbonato en ácido carbónico.
Por
último solo quedaría el tema de la longevidad, algo muy
comprometido en estos tiempos de velocidad vertiginosa. Un acuario
Low tech tarda en torno a un año en estar “maduro”, y si obramos
con cabeza en la poda y entresacado de plantas evitando la formación
de una jungla, podremos disfrutar de él hasta que la saturación del
sustrato, tanto química, como por el volumen de raíces nos llegue.
Este proceso puede tardar varios años si tenemos cuidado de no sobre
abonar y hacemos los cambios de agua pertinentes, aunque ya sabemos
que en esta época de concursos, un acuario plantado, estable, y sano
con más de un año es una rareza de la que su dueño puede sentirse
muy orgulloso.
Los
acuarios Low tech son una gran opción que bien llevada nada tiene
que envidiar a las grades creaciones que estamos acostumbrados a ver,
y debemos de desterrar de una vez por todas la idea de que se trata
de acuarios “fáciles” y para principiantes: En este hobby, la
dificultad te la marcas tú, no las modas y el no usar CO2, ni
grandes luminarias no te prohíbe disfrutar de acuarios naturales de
indudable valor y belleza.