Cuando
nos iniciamos en este fascinante mundo, uno de los mayores handicaps
a los que nos enfrentamos en nuestro primer día es el periodo
inicial de “ciclado del acuario”. Para la gran mayoría, sobre
todo cuando se es novel, es un periodo de tiempo insoportable que
no entendemos por que debemos de cumplir si ya hemos comprado un
filtro para el acuario, pero que si no respetamos, será el principio
de nuestro fracaso.
Acabamos
de comprar todo el equipo necesario, urna, iluminación, termostato,
filtro, decoración... y nos encontramos con la “pega” de tener
que “ciclar el acuario” antes de poder poner los peces.
(*
existen formas de poder reducir al mínimo e incluso saltarnos este
proceso, pero lo trataremos más adelante).
Cuando
instalamos un filtro nuevo en un acuario, estamos instalando
solamente una serie de materiales por los que circulará el agua
reteniendo impurezas. Este proceso es la denominada filtración
física o mecánica. Además de esto debemos de entender que nuestro
filtro debe también de retirar determinadas sustancias tóxicas,
presentes en el medio acuático y que no pueden retirarse solamente
haciendo circular agua por un material filtrante. Aquí aparece lo
que denominamos filtración biológica, y para que nuestro filtro sea
capaz de hacer este tipo de filtración nos
encontramos con la necesidad de enfrentarnos a uno de los pilares, si
no el pilar, sobre el que se asienta nuestra afición, el “ciclo
del nitrógeno”. La llamada nitrificación
es la culpable de tener que esperar entre 20 días y un mes para la
introducción de los primeros peces, pero, ¿que es exactamente eso?.
La
nitrificación: Dicho sin rodeos es el
proceso de oxidación del amonio/ amoniaco (NH4/ NH3) a nitrato
(NO3). Este proceso de nitrificación debe de darse siempre en
presencia de O2. El amonio/ amoniaco (NH4/ NH3) producido como
desecho por el metabolismo de los peces, respiración y excrementos,
así como el producido por los restos de comida no ingerida, hojas
muertas de las plantas que no son retiradas a tiempo…, etc. es un
elemento muy tóxico que en peces puede producir la muerte. En
cantidades bajas, de incluso 0,05mg/ litro, si la exposición es
prolongada, provoca una progresiva e irreversible pérdida de masa en
las agallas, produce problemas de fertilidad y detiene el crecimiento
entre otras muchas cosas y, si además, la exposición continúa, la
muerte. En cantidades elevadas, de mas de 0,5mg/ litro tiene el mismo
efecto pero ya es letal a muy corto plazo, provocando fallos
multiorgánicos dando como resultado la muerte de los peces.
Para
nosotros, como acuariofilos, la parte que debe de preocuparnos más
del binomio NH4/NH3 es la cantidad de amoniaco NH3 que hay en el
agua, ya que el amonio NH4 “no puede” penetrar en los tejidos de
los peces y por lo tanto es mucho menos letal. La presencia en el
agua de Amonio y amoniaco está en función del ph. A más Ph, mayor concentración de Amoniaco libre y por lo tanto mayor toxicidad. El Ph
del amoniaco ronda el 11. cuanto mas nos alejemos hacia valores
menores de Ph, la relación existente entre el NH3 y NH4 varía,
aumentando la cantidad de NH4 y disminuyendo la de NH3. Para que nos
entendamos, a Ph menores de 7, por ejemplo 6, la presencia de NH3 es
irrisoria, siendo mucho mayor la proporción de NH4. Debido a esta
toxicidad el valor en el acuario deberá de ser de 0mg/ litro.
Este
NH4/ NH3, en el primer paso de este “ciclo”, es oxidado por medio
de la actividad bacteriana (a través de bacterias del género
Nitrosomona) formándose nitritos (NO2) como producto
restante. El NO2 es menos tóxico en proporción al NH3 pero
igualmente letal si sube su concentración, ya que estos se
introducen en la corriente sanguínea de los peces dificultando el
transporte de O2 por la hemoglobina. Los NO2 empiezan a ser letales
para los peces a partir de los 2mg/ litro, aunque esto varía según
la especie, por lo que su valor en el acuario deberá de ser 0mg/
litro. A su vez los nitritos (NO2) son de nuevo oxidados (por
bacterias del género Nitrobacter y Nitrospira) formándose
nitratos (NO3), mucho menos tóxicos y que a su vez son asimilados
por las plantas o reducidos por medio de cambios de agua. En un
acuario, a no ser que hablemos de acuarios muy plantados, y muy poco
poblados, donde pueden tener que ser añadidos, la presencia de NO3
no debería de exceder los 25-50mg/ litro, no tanto por su toxicidad,
ya que esos valores son perfectamente asumibles, sino por que
producirán una proliferación de algas importante. Gráficamente lo
podríamos resumir así:
Por
todo esto, para cumplir con los requisitos necesarios, y que nuestro
acuario funcione correctamente, nuestro sistema de filtración debe
de ser físico y biológico. A la hora de diseñar un sistema de
filtración se deben de tener en cuenta seis factores primordiales:
- 1- Volumen de filtración.
- 2- Velocidad de filtración.
- 3- Tiempo de contacto.
- 4- O2 disponible.
- 5- Masa filtrante.
- 6- Movimiento de agua en la urna.
2º-
Velocidad de filtración. Esta depende del tipo de acuario al que
nos estemos enfrentando y debe estar en función de cuatro
parámetros: el pH, la temperatura, la cantidad de materia orgánica
en descomposición y la cantidad de fauna que tengamos; en general el
aumento de cualquiera de éstos implica mayores necesidades de
filtración. En acuarios de aguas blandas y Ph ácidos (< 7) donde
la presencia de NH3 es menor (existe mayor presencia de amonio (NH4))
y por lo tanto menos riesgo de toxicidad, la velocidad puede rondar
entre 2 y 3 veces la capacidad del acuario por hora. Más velocidad,
si el volumen de filtración es el adecuado, solo nos daría
problemas de saturación, más mantenimiento y ninguna ventaja
añadida, ahora bien, en sistemas de filtración con poco volumen
suplimos esa deficiencia con una mayor velocidad de filtrado. En
cambio, en acuarios de Ph alto (> 7,5) debido a la alta toxicidad
del NH3 y a la baja presencia de NH4 deberemos de pasar la mayor
cantidad de agua posible por el filtro con el fin de retirar el NH3
de manera rápida. En estos casos (acuarios de la falla del Rift
Valley por ejemplo) la velocidad de filtrado debería de ser de al
menos 4-5 veces el volumen del tanque por hora. En estos casos, si o
si debemos de contar con un volumen adecuado.
3º-
Tiempo de contacto. Este tercer apartado es el punto de unión
con los otros dos. Cuanto mas tiempo tarde el agua en atravesar
nuestro filtro, más tiempo estará el agua en contacto con el
material filtrante y mas eficaz será la actuación de este. Se me
hace imposible expresar cual debería de ser el tiempo de contacto
del agua con nuestro filtro, pero si mantenemos las directrices de
los puntos anteriores: -Volumen de filtración mayor del 2-5% del
volumen del tanque. -Aguas ácidas velocidad de entre 2-3 volumen
total / hora. -Aguas alcalinas velocidad de entre 4-5 veces volumen
total / hora. El tiempo de contacto era adecuado. Si aumentamos el
volumen de filtración, aumentaremos el tiempo de contacto mejorando
la filtración.
4º-
O2 disponible. La importancia del O2 disuelto se explica
conociendo la disposición de las diferentes grupos de bacterias en
las masas filtrantes. Las bacterias se agrupan entre si en algo que
llamamos Biofilm bacteriano. El biofilm bacteriano es un ecosistema
en si mismo, en él sólo Los conjuntos de colonias de bacterias
heterótrofas que metabolizan distintos componentes de la MO (materia
orgánica) dan a éste una complejidad enorme, sus redes tróficas de
nutrientes y energía son tan complejas como, por ejemplo, las de un
“bosque” . La dificultad de resumir inteligiblemente el
funcionamiento del biofilm nos obliga a limitarnos a la parte que más
nos interesa, la nitrificación.
5º- Masas filtrantes. De su calidad y disposición depende gran parte del éxito de un sistema de filtración. En el proceso de filtración debemos distinguir la filtración mecánica y la biológica que, aunque independientes y siendo posible el montar únicamente una de las dos en nuestro filtro, para una correcta y completa filtración deberían estar presentes ambas fases. Para la filtración mecánica se utilizan gran cantidad de esponjas y fibras de diferentes grosores que permiten de una manera adecuada retener las partículas en suspensión en el agua. Si se dispone del espacio, conviene utilizar varias de estas esponjas de diferentes grosores para retener poco a poco las partículas así como evitar usar materiales muy “cerrados” o apelmazados que impidan la correcta circulación del agua o den lugar a saturaciones. Si disponemos, por ejemplo, de tres esponjas de tres pasos diferentes, se deberían colocar de manera que la mas permeable sea la primera y la menos la última, de esta forma las diferentes impurezas se depositarán gradualmente a lo largo de las fibras sin bloquear el acceso y sin apelmazarse en una zona concreta. La principal función de esta parte de la filtración consiste en conseguir que el agua que atraviese esa zona lo haga en las mejores condiciones para que la siguiente fase del mismo ( la Biológica) no se sature por causa de las partículas que puedan atravesarla. En la parte “biológica es donde propiamente dicho se va a efectuar la mayor colonización bacteriana, y por lo tanto el mayor trabajo de nitrificación. Para esto existen numerosos materiales, cuya principal característica debe de ser la de tener mucha superficie de asentamiento y permitir el correcto flujo de agua en el menor espacio posible, a fin de que el espacio de colonización por unidad de volumen sea el máximo posible. Gráficamente la distribución de un filtro podría ser como sigue:
En
el gráfico se aprecia como la expansión de los grupos de bacterias
se realiza en tres dimensiones. Las zonas mas interiores corresponden
a los primeros núcleos colonizados, mientras que el contorno
exterior se refiere a los últimos grupos en aparecer en escena.
Para
que las bacterias puedan pasar de NH3 (amoniaco) a NO2 (nitrito) y
luego a NO3 (nitrato), se necesita O2. Al apartado del proceso
metabólico nitrificante que utiliza esta incorporación de O2 se le
denomina oxidación y en los filtros comunes (permanentemente
sumergidos), este O2 se obtiene del agua circundante, con lo que al
consumo de O2 por parte de nuestros peces, plantas…etc. deberemos
de sumar el de nuestro filtro. En los filtros denominados “seco-
húmedos”, este O2 se obtiene directamente del aire. Una de las
normas que se cumple en este sistema es que a mayor cantidad de O2.
mas superficie de biofilm se activa.
El
biofilm toma el O2 a favor de gradiente, es decir cuanto mayor es la
concentración de O2 zonas mas profundas de dicho film son capaces de
obtener dicho O2 y procesar por lo tanto NH3 ó NO2. Por lo tanto
cabe decir que a la hora de montar nuestro sistema de filtración
deberemos de diseñarlo de manera que la concentración de O2 en el
agua sea la máxima posible. Esto se consigue, con filtros seco
húmedos, sistemas de sumidero, y movimiento superficial de agua.
5º- Masas filtrantes. De su calidad y disposición depende gran parte del éxito de un sistema de filtración. En el proceso de filtración debemos distinguir la filtración mecánica y la biológica que, aunque independientes y siendo posible el montar únicamente una de las dos en nuestro filtro, para una correcta y completa filtración deberían estar presentes ambas fases. Para la filtración mecánica se utilizan gran cantidad de esponjas y fibras de diferentes grosores que permiten de una manera adecuada retener las partículas en suspensión en el agua. Si se dispone del espacio, conviene utilizar varias de estas esponjas de diferentes grosores para retener poco a poco las partículas así como evitar usar materiales muy “cerrados” o apelmazados que impidan la correcta circulación del agua o den lugar a saturaciones. Si disponemos, por ejemplo, de tres esponjas de tres pasos diferentes, se deberían colocar de manera que la mas permeable sea la primera y la menos la última, de esta forma las diferentes impurezas se depositarán gradualmente a lo largo de las fibras sin bloquear el acceso y sin apelmazarse en una zona concreta. La principal función de esta parte de la filtración consiste en conseguir que el agua que atraviese esa zona lo haga en las mejores condiciones para que la siguiente fase del mismo ( la Biológica) no se sature por causa de las partículas que puedan atravesarla. En la parte “biológica es donde propiamente dicho se va a efectuar la mayor colonización bacteriana, y por lo tanto el mayor trabajo de nitrificación. Para esto existen numerosos materiales, cuya principal característica debe de ser la de tener mucha superficie de asentamiento y permitir el correcto flujo de agua en el menor espacio posible, a fin de que el espacio de colonización por unidad de volumen sea el máximo posible. Gráficamente la distribución de un filtro podría ser como sigue:
6º-
Movimiento de agua en la urna. Este es quizás el mas fácil de
ver. La circulación del agua dentro del acuario debe de de ser tal
que permita pasar todo el volumen de agua del tanque por el filtro,
sin dejar zonas muertas. A veces, y dependiendo del tamaño del
tanque serán necesarias bombas auxiliares dentro del mismo para
asegurar la correcta circulación.
Bueno
después de todo esto solo faltaría un apunte sobre uno de los
factores de más uso en grandes instalaciones aunque algo complejo
para ser usado en instalaciones de las denominadas “domésticas”,
La sedimentación. Esta se produce en filtros grandes con gran
sección de paso de agua y pequeños caudales (lo que nos limita su
uso único en instalaciones con Ph altos). En estos filtros no
hay presión, lo que posibilita que las partículas sedimenten
(precipiten en el fondo) antes de llegar al filtro mecánico, es
decir el concepto se basa única y exclusivamente en bajar la
velocidad del flujo del agua, permitiendo así la sedimentación de
partículas, cuyo tamaño sera menor cuanto más lento sea el flujo
conseguido, es decir que cuanto más ancha y profunda sea la cámara
de decantación y menor el caudal que pase a través de ella, "mas
limpia quedará el agua. El tamaño mínimo necesario es igual por lo
tanto al máximo disponible. Si tenemos en cuenta esto vemos que este
efecto es solo factible en filtros del tipo sumidero.
Cuando
vemos todo lo dicho por encima, puede parecer algo terriblemente
complejo, y si tratamos de profundizar en ello, efectivamente lo es, pero a nivel Acuariofilo, basta con entender que el acuario debe de
ser capaz de convertir ese NH4/ NH3 que aparece como consecuencia de
excrementos, hojas muertas etc., en NO3, que este, en general, ha de
ser eliminado por medio de cambios de agua, y que en acuarios nuevos,
este proceso necesita de un tiempo de entre 20 días y un mes para
completarse, por lo que, en principio, siguiendo las ortodoxas reglas
de la acuariofilia, deberemos de ser pacientes, aunque pronto veremos
como podemos reducir ese periodo.
Se me olvidaba, mi blog:
ResponderEliminarhttps://juannava64.wordpress.com/category/acuariofilia/